
Guillaume Faury, CEO de Airbus, dejó entrever que los aranceles que pretende imponer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afectarían más a su competidor Boeing que a la empresa que encabeza.
“Los aranceles en medio del Atlántico serían una gran carga para ambos lados y tal vez serían más fuertes para los fabricantes estadounidenses”, comentó el directivo para Bloomberg, en medio del Airbus Summit 2025.
A diferencia de Boeing, que solo ensambla sus aviones en Estados Unidos, Airbus tiene diferentes fábricas alrededor del mundo, tanto en Europa como China e incluso una en Alabama.
“(En Alabama) tenemos tres líneas de ensamblaje final, una no está entregando aviones, pero las otras dos sí (...) somos clave en el ecosistema estadounidense, para el ecosistema de la aviación y creemos que eso juega un papel importante en la forma en la que se fijan los aranceles”, agregó Faury.
El directivo también respondió a preguntas sobre si la política de Trump ha impulsado una mayor unidad europea en materia de seguridad y defensa, área estratégica para Airbus, dado que forma parte de su modelo de negocio.
“El hecho de que Europa tenga que tomar la seguridad y defensa en sus manos, desde mi punto de vista es algo que tiene sentido y es lo que Europa está haciendo ante los puntos de presión”, explicó.
“Ucrania es uno de ellos. Lo que ocurre en Ucrania y también lo que Donald Trump quiere lograr, es otro punto de presión en Europa para tomar este destino en sus manos”, continuó.
Por otro lado, Faury señaló que alcanzar la meta de cero emisiones para 2050 requiere un esfuerzo conjunto, incluyendo la participación de Estados Unidos y de Trump, cuya administración no ha mostrado un compromiso claro con las cuestiones ecológicas.
En ese mismo tema, el CEO de Airbus confesó que lograr dicho objetivo puede llevar más tiempo, pero no por ello se deberán bajar los brazos.
“No creo que estemos mal en perseguir la meta del 2050 (NetZero), quizá lleve un poco más de tiempo, pero no seamos tímidos en la ambición”, expresó durante su participación en el Airbus Summit 2025.
Apenas en febrero el fabricante europeo dijo que no será posible llevar al ámbito comercial aviones impulsados por hidrógeno para el 2035 como lo tenía planeado, sino que le llevará entre cinco y 10 años más.
Durante el evento, Faury comentó que actualmente un avión impulsado por hidrógeno no sería competitivo frente a aeronaves que usan otro tipo de combustible, además no hay un marco regulatorio para certificar este tipo de modelo y la infraestructura para surtir hidrógeno a aeropuertos y aviones no está “a la vuelta de la esquina”.
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