La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) debería tomar más en cuenta a los expertos en temas de fauna con el objetivo de mejorar la seguridad operacional aeroportuaria, aseguró Sandra Mariel Gutiérrez, responsable del Manejo y Control de Fauna en el Aeropuerto Internacional de Uruapan, Michoacán.
“Hace falta considerar más a los expertos para desarrollar un método que integre una mayor variedad de variables. Por lo que he observado, el método de la AFAC representa un buen acercamiento, ya que antes no existía ningún método estándar y cada quien trabajaba de forma independiente. Sin embargo, este método aún tiene margen de mejora”, comentó la experta durante el “Safety week GAP 2024.
Precisó que lo que también hace falta es que más personas colaboren, que escuchen las propuestas de los expertos para que así se puedan mejorar aspectos de seguridad aeroportuaria.
“México está comenzando con esto sin embargo, por ejemplo, países como Estados Unidos llevan una delantera muy grande en todo este tema y ya tienen índices desarrollados desde hace años”, comentó la bióloga.
Durante la plática, Sandra Gutiérrez comentó que el estudio titulado “Evaluación de riesgo de impacto de fauna con aeronaves en seis aeropuertos mexicanos” explora los riesgos que la fauna, especialmente aves, representa para las aeronaves en varios aeropuertos de México.
Señaló que este análisis fue parte de una investigación doctoral, en colaboración con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONACYT). Cuya investigación se centró en cuantificar y clasificar el riesgo de fauna mediante el uso de diferentes índices y métodos de análisis.
“El principal objetivo fue desarrollar indicadores que permitan evaluar el riesgo de impactos de fauna en los aeropuertos, especialmente de aves que representan 97% de los incidentes”, comentó.
Añadió que este riesgo es considerable, ya que las aeronaves alcanzan velocidades y pesos elevados al despegar y aterrizar, lo cual puede provocar daños significativos si una aeronave impacta con algún ave.
Este tema, explicó, es muy importante pues México es una zona de convergencia de rutas migratorias, lo que incrementa la probabilidad de impactos, sobre todo en otoño.
Añadió que en el estudio se analizaron cuatro aeropuertos, cada uno con diferentes especies que representan riesgos específicos. Por ejemplo, en uno de los aeropuertos, las aves cantoras, como los tordos, fueron identificadas como las especies más peligrosas, mientras que en otro, los pequeños mamíferos, como los conejos, presentaron el mayor riesgo.
“Las conclusiones sugieren que las características y presencia de fauna varían significativamente según el aeropuerto, por lo que se necesita un enfoque particular para cada uno. Esto incluye métodos más adaptados que consideren todas las variables de fauna y las condiciones específicas de cada sitio”, mencionó.
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