Rita Mohanty, Directora científica sénior de Henkel Corporation, presentó ante asociados de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA), la gestión térmica pasiva, la cual promete “liberar” de componentes electrónicos a las aeronaves del futuro y así ahorrar costos.
En un webinar organizado por la FEMIA, Mohanty explicó que la gestión térmica pasiva provoca que el calor generado por un disipador térmico, como una CPU u otros componentes electrónicos de un avión, se disipe de forma natural en el aire. Esta herramienta podría liberar de componentes adicionales a los aviones, especialmente en un momento en el que la aviación se encuentra en una transición hacia las aeronaves eléctricas o híbridas.
“A medida que el mundo avanza hacia la tecnología verde, estamos tratando de tener sostenibilidad en prácticamente todas las partes del mundo. Vemos que esta industria también se está moviendo hacia el mismo tipo de concepto, tener sostenibilidad y tecnología de ensueño, y eso creará muchas oportunidades para cambiar la forma en que manejamos nuestros aviones”, sostuvo la especialista de Henkel.
En este sentido, señaló que hay “muchos desafíos” sobre la transición eléctrica y sustentable, pero indicó que también hay “muchas oportunidades” para la transformación tecnológica en las aeronaves.
La experta comentó que en los últimos 25 años, la industria automotriz ha realizado la transición de los vehículos convencionales a los eléctricos, pero enfatizó que en el sector aéreo se necesita más tiempo para realizarla.
“El tema del calor puede ser crítico. Piense en lo que sucede si está en un automóvil y su batería, por alguna razón, se sobrecalienta, entonces puede abandonar el automóvil, salir de él. Pero cuando está en el aire, esa no suele ser una opción rápida. Por lo tanto, esas cosas deben resolverse”, señaló Mohanty sobre el uso de un sistema de gestión térmica pasiva.
“Este y otros desafíos son lo que he observado en las grandes compañías de aviación”, añadió.
La experta comentó que si bien se ha avanzado tecnológicamente, los desafíos son claros, ya que la aviación cuenta con equipos más grandes y más pesados, cuestión que cambia las reglas del juego.
Rita Mohanty comentó que Henkel tiene un programa muy amplio en la gestión térmica o tecnología de gestión térmica, por lo que pueden brindar soporte para muchas aplicaciones a partir de las pruebas de laboratorio y la construcción de prototipos.
“Tenemos soporte en cuanto a cómo gestionar el calor en la electrónica, la electrónica que se utiliza en un avión no es muy diferente a la que se utiliza en un vehículo de pasajeros o cualquier otra aplicación de datos de telecomunicaciones, pero representa mayor especialización”, señaló.
La experta concluyó que aún hay proyectos en desarrollo y que necesitan el apoyo de otras industrias. “Tenemos conexión con muchas universidades e institutos del consorcio. Siempre podemos aprovechar ese recurso también”, señaló.
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