La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) tiene como objetivo principal alcanzar un alto nivel de protección ambiental en el ámbito de la aviación, lo que implica mitigar el impacto de este sector en el clima que ya está generando efectos sobre la aviación, ya que el aumento de fenómenos meteorológicos extremos incrementa la exposición del sector a riesgos meteorológicos.
El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) señala que cada incremento en la temperatura media del aire en la superficie terrestre amplifica los efectos de fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas, huracanes, olas de calor, precipitaciones intensas, inundaciones y sequías.
Estos eventos meteorológicos extremos representan peligros, como granizadas, caída de rayos, inundaciones de pistas y cizalladuras del viento, entre otros.
Además, estudios indican que el cambio climático puede aumentar la exposición de la aviación a turbulencias en el aire despejado, aunque este riesgo no esté relacionado con fenómenos meteorológicos extremos.
Estos peligros pueden afectar diversas áreas, desde las operaciones de vuelo hasta la aeronavegabilidad y el rendimiento de la aeronave, así como la fiabilidad de los equipos de gestión del tráfico aéreo y los servicios de seguridad en aeropuertos, los cuales pueden verse comprometidos ante condiciones meteorológicas imprevistas.
Encuestas realizadas por organizaciones como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y de la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) muestran que muchas empresas del sector aeronáutico ya están anticipando o enfrentando los efectos del cambio climático en sus operaciones.
Consciente de la necesidad de ayudar a la aviación a adaptarse al cambio climático, la EASA ha tomado medidas. En 2021, la agencia identificó la falta de conocimientos científicos necesarios para evaluar los riesgos del cambio climático en la aviación, por lo que inició un grupo de trabajo para revisar y resumir trabajos científicos sobre riesgos meteorológicos.
En 2023, estableció la Red Europea sobre el Impacto del Cambio Climático en la Aviación (EN-ICCA), una amplia red de expertos del sector, autoridades aeronáuticas nacionales, organizaciones de investigación y servicios meteorológicos nacionales, con el fin de preparar mejor al sector para los efectos del cambio climático.
Las evaluaciones y recomendaciones resultantes de estos esfuerzos ayudarán tanto al sector de la aviación como a la EASA a gestionar el impacto del cambio climático y mantener altos niveles de seguridad.
A nivel de la Unión Europea, la Comisión Europea adoptó la "Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la UE" en 2021, y la "Ley Europea del Clima" exige avances continuos en la adaptación, fortalecimiento de la resiliencia y reducción de la vulnerabilidad al cambio climático, tanto en las instituciones de la UE como en los Estados miembros.
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