A medida que la industria de la aviación avanza hacia un futuro marcado por rápidos avances tecnológicos, la innovación está remodelando no solo el aspecto minorista de la aviación, sino el núcleo mismo de las operaciones de las aerolíneas, informó la consultora OAG.
Los avances en la transformación digital están contribuyendo a mejorar las operaciones de las terminales. Estos desarrollos tienen como objetivo reducir los tiempos de espera de pasajeros y agilizar operaciones, lo que podría conducir a un uso más eficiente de las aeronaves y posibles ahorros de combustible, contribuyendo así a los objetivos medioambientales de la industria.
Otro elemento crítico dentro de la vasta maquinaria de las operaciones de la aviación es la planificación de vuelos. Aquí, la innovación no es sólo una palabra de moda sino una búsqueda incesante, que abarca una gama de tecnologías preparadas para redefinir la excelencia operativa y la eficiencia en los cielos.
Las operaciones de vuelo
Actualmente, los despachadores de aerolíneas dentro de los Centros de Operaciones de Red colaboran estrechamente con los pilotos para garantizar rutas seguras y eficientes. Utilizando principalmente sistemas informáticos tradicionales de las aerolíneas, su tarea es navegar por una gran variedad de factores, incluidos los pronósticos meteorológicos, el tráfico aéreo y el rendimiento de las aeronaves, todo ello respetando al mismo tiempo el cumplimiento de la seguridad y el control del tráfico aéreo.
Si bien esta configuración ha garantizado durante mucho tiempo operaciones eficientes, existe una necesidad emergente de soluciones tecnológicas más integradas que puedan mejorar la precisión y adaptabilidad de la planificación de vuelos, haciendo que el proceso responda mejor al entorno dinámico de la aviación.
Clima-retrasos-vuelos
De acuerdo con OAG, el clima es un factor siempre presente que influye en los horarios de los vuelos. Su naturaleza impredecible requiere un seguimiento y una adaptabilidad constantes. Estadísticamente, el clima juega el papel más importante en las interrupciones operativas. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) afirmó que en los últimos cinco años, las condiciones climáticas han causado casi las tres cuartas partes de todos los retrasos de vuelos en este país.
El clima extremo no sólo causa retrasos sino que también puede interrumpir gravemente horarios completos de vuelos. Un ejemplo reciente es el aeropuerto de Múnich, que tuvo que suspender todos los vuelos durante el primer fin de semana de diciembre debido al caos de nieve en gran parte del sur de Alemania.
Cuando las perturbaciones meteorológicas son transitorias o localizadas, una gestión eficaz del espacio aéreo suele poder mitigar su impacto. Sin embargo, la evolución de la crisis climática ha provocado fenómenos meteorológicos más extremos y generalizados, lo que requiere estrategias avanzadas de gestión del espacio aéreo y sistemas de próxima generación para adaptarse y responder.
Un estudio encontró que la industria aérea pierde 13 mil dólares cada vez que se cancela un vuelo debido a un evento climático incontrolable.
Impacto del creciente tráfico aéreo
La consultora de datos de aviación indicó que el segundo factor crítico que influye en la planificación de vuelos es el aumento del tráfico aéreo. Aunque la pandemia detuvo temporalmente esta tendencia, los viajes aéreos se están recuperando rápidamente a niveles casi prepandémicos.
De cara al futuro, incluso las proyecciones moderadas sugieren un aumento del 20-30% en la demanda de viajes aéreos para 2030 en comparación con las cifras de 2019. Como resultado, se espera que la flota mundial de aviación comercial se expanda en aproximadamente un tercio, alcanzando más de 36 mil aviones operativos a principios de la década de 2030, según Oliver Wyman.
Este importante aumento del tráfico aéreo intensificará la complejidad de la planificación de vuelos. Requiere sistemas más sofisticados para gestionar el creciente número de aviones, incluida la integración de vuelos de carga y potencialmente incluso drones de carga.
Además, es probable que prevalezcan más restricciones de ruta impuestas por el control del tráfico aéreo (ATC) y las restricciones reglamentarias. Innovaciones recientes, como aproximaciones de descenso continuo, rediseño de gran altitud en el oeste de EU y nuevos Estándares de desempeño de operación de motores bimotores de rango extendido (ETOPS) de la FAA, indican la naturaleza cambiante de la gestión del espacio aéreo.
Tecnología para el cambio de planificación de vuelos
Para OAG, la creación de un plan de vuelo marca el inicio de todo vuelo de una aerolínea comercial, y la optimización de este plan es fundamental. Implica optimización dinámica de rutas, planificación precisa de vuelos, uso eficiente del redespacho y replanificación aérea dinámica.
Si bien todas las aerolíneas implementan sistemas computarizados de planificación de vuelos, aquellas que estén dispuestas a invertir en sistemas de próxima generación pueden mejorar significativamente la satisfacción del cliente, la rentabilidad y la sostenibilidad ambiental. A medida que evoluciona el sector de la aviación, estos sistemas avanzados aprovechan el poder de la Inteligencia Artificial (IA), que desempeña un papel cada vez más fundamental en la aviación. Su capacidad para procesar y analizar grandes cantidades de datos, identificar patrones y ofrecer predicciones en tiempo real está transformando la planificación de rutas de vuelo tal como la conocemos.
Los avances recientes en IA y aprendizaje profundo han progresado aún más en capacidades y han llevado a organismos reguladores como la FAA y la EASA a evaluar la posible aplicación de la IA en diversos casos de uso en la aviación.
Las plataformas de inteligencia artificial de próxima generación utilizan información de tráfico basada en vuelos programados y activados para formular rutas de vuelo que eviten zonas congestionadas y condiciones climáticas adversas, minimizando así los retrasos.
Uno de esos innovadores, AVTECH, permite a las aerolíneas y al control del tráfico aéreo optimizar el flujo del tráfico aéreo integrando las condiciones atmosféricas y datos precisos de posicionamiento de las aeronaves.
Esto no sólo reduce los retrasos sino que también reduce el consumo de combustible, reduce las emisiones y aumenta la puntualidad.
El sistema de gestión de vuelos de AeroCloud es otro ejemplo, que agrega datos de diversas fuentes, incluido ADS-B, para proporcionar información de vuelo precisa y en tiempo real.
Las soluciones de gestión del tráfico aéreo de empresas como Saab y Air Space Intelligence (ASI) combinan inteligencia artificial y un diseño fácil de usar para ayudar a los despachadores, las tripulaciones de vuelo y los administradores de redes a mejorar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad de los vuelos.
La tecnología de los radares meteorológicos también está experimentando una transformación radical. Un ejemplo es el radar meteorológico 3-D IntuVue de Honeywell, que amplía la detección de turbulencias hasta 60 millas náuticas y predice granizo y relámpagos.
El Proyecto Bluebird es otro modelo de innovación en este campo. Esta iniciativa de investigación tiene como objetivo desarrollar el primer sistema basado en inteligencia artificial del mundo para colaborar con los controladores de tráfico aéreo humanos en la gestión de secciones del espacio aéreo del Reino Unido.
Este último emplea técnicas de aprendizaje automático, como el aprendizaje por refuerzo, para evaluar algoritmos de control de tráfico aéreo, predecir trayectorias de vuelo e identificar posibles conflictos entre aeronaves. Estos datos son cruciales para la planificación estratégica del espacio aéreo y el apoyo a la toma de decisiones en tiempo real para el personal ATC.
El papel de la IA en las operaciones aéreas
La planificación de vuelos es crucial en las operaciones aéreas y la integración de modelos impulsados por IA está revolucionando este aspecto. Estas tecnologías permiten a las aerolíneas tomar decisiones más informadas, mejorando la eficiencia, la sostenibilidad y la satisfacción de los pasajeros.
Los estudios de caso demuestran cómo se pueden utilizar la IA y el ML para optimizar rutas de vuelo, predecir patrones climáticos, gestionar el tráfico aéreo e incluso reducir los impactos ambientales como la formación de estelas. No se trata sólo de eficiencia operativa; se trata de avanzar hacia un futuro más sostenible y centrado en los pasajeros.
“En OAG, nos enorgullecemos de ofrecer los datos de vuelos, horarios de aerolíneas y logística aérea más completos, disponibles en varios formatos, incluidas la Interfaz de programación de aplicaciones (API). Estamos a la vanguardia de esta transformación, brindando las herramientas y los conocimientos esenciales para navegar el futuro de la aviación”, concluyó la consultora.
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