La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) puso en marcha una nueva iniciativa para comprender mejor los efectos del cambio climático en la aviación.
Su objetivo es equipar a la industria y a las autoridades aeronáuticas para hacer frente a estos cambios y garantizar que el sector mantenga un alto nivel de seguridad.
Durante el 9 y 10 de noviembre de este año, la Red Europea sobre el Impacto del Cambio Climático en la Aviación (EN-ICCA) celebrará una reunión inicial en la sede de EASA en Colonia, Alemania.
La evidencia científica muestra que el cambio climático aumenta el impacto de fenómenos meteorológicos severos y extremos, como tormentas y huracanes, sequías, inundaciones y olas de calor, además de que también puede aumentar la frecuencia y gravedad de los peligros naturales que pueden representar una amenaza particular para la seguridad de la aviación, como turbulencias, formación de hielo en el aire y poblaciones de aves.
“La EASA ya está trabajando para reducir el impacto de la aviación en el clima y el medio ambiente, esta nueva iniciativa evaluará el impacto del cambio climático en los viajes aéreos, ya que estamos observando un número creciente de cambios que afectan las operaciones de vuelo”, afirmó Luc Tytgat, director ejecutivo de EASA.
Aseguró que mediante este grupo, con integrantes ajenos a la aviación, analizarán formas de hacer frente a esta situación emergente, con el propósito de que se mantenga el alto nivel de seguridad en los viajes aéreos para los pasajeros.
Otras investigaciones muestran que se prevé que el cambio climático aumentará la probabilidad de encontrar grandes granizos, con un diámetro de varios centímetros y, en el peor de los casos, éste podría provocar la parada de los motores a baja altura, dañar el equipo del avión en la cúpula o destruir el parabrisas.
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