La transformación del sector aéreo está remodelando los límites de la industria de las aerolíneas y redefiniendo cómo éstas administran y monetizan sus inventarios. Es importante destacar que también amplía enormemente la gama de opciones disponibles para los viajeros, afirmó OAG.
La consultora indicó que la evolución de los acuerdos de las aerolíneas: desde los acuerdos iniciales de código compartido hasta los acuerdos de red formales, han culminado con el advenimiento del Virtual Interlining (Interlínea Virtual) durante la última década.
El ecosistema tecnológico que rodea al Virtual Interlining representa tanto un desafío como una oportunidad para los gerentes de las aerolíneas, lo que requiere una cuidadosa formulación de la estrategia.
OAG aseguró que las reacciones al movimiento Virtual Interlining han variado significativamente entre las aerolíneas durante los últimos diez años, pues algunas aerolíneas muestran más renuencia que otras.
“En el complejo mundo de la aviación, las aerolíneas han establecido diferentes capas de alianzas para maximizar la eficiencia operativa, ampliar las redes y mejorar la experiencia del pasajero. Estas asociaciones evolucionaron en etapas, y cada capa se basó en la anterior, desde los acuerdos interlineales fundamentales hasta alianzas de código compartido más integradas y, en última instancia, se encuentra el Virtual Interline con tecnología habilitada”, afirmó la consultora.
Los acuerdos interlíneas han servido como base para la cooperación de las aerolíneas, con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) que introdujo el concepto ya en 1947, lo que dio inicio a la naturaleza colaborativa de las aerolíneas.
Estos acuerdos representan esencialmente un convenio de servicio de pasajeros para vuelos entre dos aerolíneas diferentes. Facilitan de manera efectiva la experiencia del cliente al incluir disposiciones para el manejo de equipaje, acuerdos de check-in e incluso ofrecen la posibilidad de volver a reservar a través de otra aerolínea si se cancela un vuelo.
Sin embargo, dichos acuerdos se han vuelto cada vez más complejos en las últimas décadas, han pasado a regular diferentes aspectos de una asociación y conllevan una serie de gastos, incluidas las tarifas del sistema de distribución global (GDS), las comisiones de la agencia IATA, los acuerdos y cargos de boletos electrónicos, y mucho más.
Del code share a las alianzas globales
Sobre la base de estos acuerdos, la década de 1960 vio el advenimiento de los acuerdos de código compartido. El inicio se produjo en los EU cuando Allegheny Airlines (que luego se convertiría en USAir) acordó el primer código compartido con una aerolínea de cercanías en 1967. Y tras la desregulación del mercado interno de EU en la década de 1970, esta práctica comenzó a ganar popularidad.
Los acuerdos de código compartido representan una estrategia de colaboración entre operadores para ampliar sus redes. Dichos acuerdos permiten a las aerolíneas comercializar un asiento en un vuelo de otra aerolínea como si fuera propio, ampliando así su cobertura.
Aunque estos acuerdos son habituales entre alianzas de aerolíneas como Star Alliance, OneWorld o SkyTeam, no son exclusivos de ellas. Muchos miembros también establecen códigos compartidos con aerolíneas fuera de sus respectivas alianzas. Esta estrategia mejora la variedad de ofertas que las aerolíneas pueden presentar a sus clientes y ayuda a optimizar el factor de carga, creando una situación mutuamente beneficiosa.
El acuerdo de código compartido a largo plazo se introdujo oficialmente con Qantas y American Airlines en 1989. Ofrecieron conjuntamente un servicio estilo hub-and-spoke (modelo logístico de concentración y distribución) utilizando sus bases de operaciones en los aeropuertos de Los Ángeles, Sydney y Melbourne. Europa vio un aumento en los acuerdos de código compartido en la década de 1990, impulsado por la desregulación de la Unión Europea.
El sistema de código compartido le dio a las aerolíneas acceso a más rutas sin tener que operar vuelos directamente a esos destinos, con lo que ampliaban así su alcance y mejoraban las ofertas para los clientes.
Virtual Interlining: rompiendo fronteras
En un audaz desafío a las prácticas convencionales, el Virtual Interlining está reinventando los principios del inventario de las aerolíneas, al alejarse notablemente de los acuerdos interlínea y de código compartido tradicionales.
Kiwi.com y Dohop incorporaron por primera vez este modelo a principios de la década de 2010. A diferencia de los acuerdos anteriores, Virtual Interlining no se basa en colaboraciones formales entre aerolíneas, sino en soluciones tecnológicas innovadoras y perspicacia empresarial.
Estos pioneros compraron segmentos de un solo vuelo a través de sistemas de reservas como Sabre y Amadeus. Luego, los volvieron a empaquetar en itinerarios de viaje completos con servicios adicionales, como el reembolso de los costos de hotel por conexiones perdidas y cupones para vuelos alternativos, al mismo tiempo que brindaban asistencia telefónica.
“Envalentonadas por Kiwi.com y los esfuerzos pioneros de Dohop, las propias aerolíneas comenzaron a investigar el campo prometedor de Virtual Interlining. Un excelente ejemplo de esto es la iniciativa ‘Worldwide by easyJet’ habilitada por Dohop, que se lanzó en 2017, y que marcó un desarrollo significativo en la industria a medida que las aerolíneas comenzaron a adoptar e integrar de manera proactiva Virtual Interlining en sus modelos comerciales, lo que sentó un nuevo precedente para el sector”, indicó OAG.
El concepto de Virtual Interlining va de la mano con la aparición de los viajes autoconectados. Esencialmente, une vuelos individuales, lo que permite una red de conexiones que de otro modo no estaría disponible bajo los acuerdos tradicionales de interlínea o código compartido.
Sin embargo, con este enfoque innovador viene un conjunto único de desafíos. Como estos vuelos operan de forma independiente, los pasajeros deben reclamar y volver a facturar su equipaje en cada conexión.
Además, sin el beneficio de las colaboraciones de aerolíneas establecidas, los viajeros no son elegibles para utilizar el área de tránsito libre de aduanas que normalmente está disponible para los vuelos de conexión tradicionales.
Por lo tanto, los beneficios de Virtual Interlining tienden a ser más pronunciados dentro de las áreas sin visa, como los Estados Unidos y Canadá, o dentro del área Schengen de Europa, donde los procedimientos de inmigración se agilizan.
A pesar de estos obstáculos, el concepto de Virtual Interlining ha evolucionado rápidamente, impulsado por proveedores de tecnología que han facilitado el proceso de reserva y creado medidas de seguridad para abordar estos problemas.
Nuevas ventajas
Por ejemplo, muchos proveedores de Virtual Interlining ofrecen paquetes de seguros para cubrir los costos potenciales de vuelos perdidos. Esto no solo proporciona una red de seguridad para los viajeros, sino que también contribuye a mejorar la experiencia general del usuario, acelerando así la adopción de este sistema dentro de la industria de viajes.
A raíz del surgimiento del Virtual Interlining, el concepto ha ganado una tracción considerable, a pesar de sus desafíos inherentes. La idea de ofrecer rutas más flexibles, convenientes y, lo que es más importante, más económicas para los pasajeros, lo cual resuena con fuerza en el mundo acelerado de hoy en día, impulsado por el consumidor. Entre los inconvenientes aún se mantiene el mal manejo del equipaje y la posible interrupción de los vuelos de conexión que no se han superado por completo.
“No obstante, el rumor que rodea a Virtual Interlining es innegable. Se está transformando en un concepto generalizado, con un número cada vez mayor de aerolíneas y nuevas empresas de tecnología de viajes que reconocen su potencial para redefinir la industria”, aseveró OAG.
Un número cada vez mayor de viajeros optan por conectarse por sí mismos, eligiendo vuelos de aerolíneas que satisfagan sus necesidades específicas y, en particular, ayudándolos a ahorrar dinero.
De hecho, una investigación de ICF muestra que casi todos los viajes de conexión automática incluyen al menos un segmento volado por una aerolínea de bajo costo. Esta motivación de ahorro de costos sustenta el atractivo en la rápida expansión de Virtual Interlining, y es una tendencia que creemos que seguirá cobrando impulso en los años venideros.
“El creciente atractivo de Virtual Interlining es innegable, y su trayectoria de crecimiento está preparada para mantener su impulso. La razón clave de esta tendencia es la flexibilidad y el ahorro de costes que ofrece a los pasajeros. Si se pudieran superar los obstáculos técnicos actualmente asociados con la autoconexión, como la facturación de equipaje, es probable que veamos un aumento en los viajeros que eligen la autoconexión”, aseveró.
Significativamente, las generaciones más jóvenes como los Millennials tenían el doble de probabilidades de optar por la autoconexión, lo que refuerza la importancia y el potencial futuro de Virtual Interlining. Con su mayor nivel de comodidad en torno a la tecnología y el autoservicio, es probable que estos grupos demográficos más jóvenes impulsen el crecimiento continuo de Virtual Interlining a medida que maduran y se convierten en viajeros frecuentes.
Los retos de la autoconexión
Curiosamente, estos desafíos no han cambiado significativamente a lo largo de los años. Como se identificó en una de las encuestas de viajeros entre los clientes de América del Norte realizada por OAG, hay tres preocupaciones persistentes que impiden que los viajeros adopten ampliamente la tendencia de autoconexión.
Entre las principales preocupaciones de los pasajeros, se encuentra el miedo a la interrupción del vuelo, le siguen las inquietudes sobre el manejo de equipaje, que a la vez este último se ha convertido en un elemento disuasorio significativo para los viajeros que consideran los viajes autoconectados.
Otra preocupación es la paradoja de la planificación: el último obstáculo destacado es la abrumadora cantidad de tiempo y esfuerzo necesarios para planificar meticulosamente un viaje autoconectado. Navegar por las plataformas de reserva de diferentes aerolíneas y alinear los horarios de los vuelos puede volverse abrumador para muchos, eclipsando potencialmente los beneficios de costos que ofrecen los vuelos de conexión automática.
A pesar de ello, a medida que navegamos por el panorama dinámico del inventario de aerolíneas y las estrategias de alianzas, se vuelve cada vez más claro que Virtual Interlining es más que una tendencia fugaz. Este modelo en rápida evolución, habilitado por tecnología innovadora y comportamientos cambiantes de los consumidores, está alterando las normas establecidas de la industria de las aerolíneas.
El mundo de Virtual Interlining no se limita solo a los cielos. Una evolución hacia los viajes conectados exige la incorporación de diversas formas de movilidad, incluidos trenes, autobuses de larga distancia y opciones de movilidad urbana compartida. Este movimiento reconoce que los viajes no comienzan ni terminan en el aeropuerto, sino que abarcan todo el recorrido hacia y desde el aeropuerto, por lo que se requieren viajes intermodales.
Reconociendo el potencial de Virtual Interlining, una serie de empresas se ha aventurado en este campo, cada una de las cuales aporta soluciones únicas para abordar las complejidades de los vuelos de conexión automática.
Van desde nuevas empresas dedicadas centradas en esta tecnología hasta OTA’s (Over the Air, es decir actualizaciones del sistema) establecidas y plataformas de reserva que incorporan Virtual Interlining como una característica adicional.
“Para concluir nuestra exploración de Virtual Interlining, destacamos estos dos grupos distintos: los Especialistas de Virtual Interlining y los Generalistas de Virtual Interlining, cada uno de los cuales está contribuyendo a su manera a remodelar el futuro de la industria de las aerolíneas”, concluyó OAG.
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