Airbus destina de manera anual casi 3 mil millones de dólares en investigación y desarrollo; de este total, la inmensa mayoría se destina a mejorar la eficiencia de los aviones y a mejorar el consumo de combustibles, afirmó Arturo Barreira, presidente de Airbus para América Latina y el Caribe.
Como parte de los nuevos desarrollos -explicó- se están elaborando tres nuevos conceptos de aeronave denominados ZEROe; uno de ellos es un avión de 100 plazas Turboprop, -similar a un ATR-, el cual tendrá 1,000 millas de alcance.
Cuenta con dos motores turbohélice híbridos, que impulsan hélices de ocho palas, las cuales proporcionan el empuje. Y cuenta con un sistema de almacenamiento y distribución de hidrógeno líquido ubicado detrás del mamparo de presión trasero.
Una segunda aeronave, más grande, será impulsada por Turbofanes, sus dos motores turboventiladores híbridos de hidrógeno proporcionan el empuje y su sistema de almacenamiento y distribución de hidrógeno líquido también está ubicado detrás del mamparo de presión trasero.
Esta versión podrá cubrir una distancia de 2,000 millas náuticas y tendrá una capacidad para 200 asientos, “este podríamos decir que tiene la forma de un A320, algo más tradicional”
El tercer avión ZEROe, también estará impulsado por dos motores turboventiladores, pero la forma de este es un Blended-Wing Body (BWB), en cuerpo con forma de ala, también tiene la misma capacidad que el avión anterior, es decir 2,000 millas náuticas y 200 asientos.
Para el BWB el interior es excepcionalmente amplio y abre múltiples opciones para el almacenamiento y la distribución de hidrógeno. A diferencia de las dos primeras versiones, los tanques de almacenamiento de hidrógeno líquido se encuentran debajo de las alas.
“La mejor característica de estos nuevos conceptos aéreos es que están basados en el uso de hidrógeno como combustible, impulsando la meta de descarbonización de la industria”, afirmó Barreira.
Será hasta mediados de esta década que se “estará trabajando en los ladrillos tecnológicos necesarios, para ser capaces de lanzar este proyecto a mitad de la siguiente década, para 2035”, aseveró.
“Sin embargo, al hidrógeno, como nueva fuente de energía, actualmente le hace falta la seguridad de su almacenamiento; y también necesitamos saber si tendrá la condición de ‘hidrógeno verde’, además de todos los temas de cómo ser más eficientes en el tema de la combustión o sí será en células de hidrógeno, pero sobre todo hay que saber cómo almacenarlo”, indicó.
Nuevos vehículos para gestión urbana
Adicionalmente el directivo de Airbus añadió que a la par se trabaja en su proyecto de avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) denominado City Airbus.
“Tal vez no estemos haciendo el mismo ruido que otros prospectos que hay en el mercado; pero sí es un proyecto que va para adelante y que será un jugador importante en este nuevo mercado”, agregó Barreira.
Actualmente -explicó- se trabaja en la certificación de los prototipos, debido a los grandes avances logrados. “Airbus tiene mucho tiempo desde que inició el desarrollo de estos vehículos tipo eVTOL”.
Refirió que Airbus inició su camino hacia la electrificación en 2010 desarrollando el primer avión acrobático cuatrimotor totalmente eléctrico del mundo, denominado CriCri. Tres años después, crearon E-Fan, un avión bimotor 100% eléctrico que cruzó con éxito el Canal de la Mancha en 2015.
“Sin embargo, dentro de los proyectos de despegue y aterrizaje vertical, los que han completado horas de rigurosos y exhaustivos programas de pruebas de vuelo para garantizar su seguridad y alto rendimiento son Vahana y CityAirbus”, indicó.
Bajo el proyecto Vahana, a través de una subsidiaria que tenía Airbus en San Francisco, al norte de California, donde se creó un vehículo de demostración totalmente eléctrico, monoplaza y de ala inclinada que se centró en avanzar en el vuelo autopilotado de despegue y aterrizaje vertical.
“En menos de dos años, Vahana pasó de ser un boceto a un avión volador a escala real. Sus ocho motores eléctricos y la configuración de ala basculante en tándem permitieron a Vahana lograr el despegue y aterrizaje vertical, así como una autonomía de vuelo a través de la ciudad sólo con la energía de las baterías. En total, esta aeronave realizó más de 138 vuelos de prueba a escala real, siendo el último en noviembre de 2019, fecha en la que el programa insignia llegó a su fin debido a que al final nos concentramos todos nuestros esfuerzos en el CityAirbus que pensamos que tiene más posibilidades de ser un éxito”, aseveró el presidente de Airbus para América Latina y el Caribe.
“Incluso tuvimos una especie de Uber llamado Voom, que se implementó en la Ciudad de México y Sao Paulo con servicio de helicópteros para entender bien el mercado de movilidad aérea avanzada, que será lo que se viene en el futuro con el modelo eVTOL”, afirmó.
El CityAirbus NextGen tendrá capacidad para cuatro personas durante un trayecto de 80 millas, y no es un eVTOL de transición, pues cuenta con hélices de sustentación y otras más para impulsar, “por lo cual no tiene un despegue propiamente vertical, sino más bien en diagonal”, detalló.
“El avance de la tecnología es exponencial mientras que nuestro pensamiento es lineal y a veces no nos da para entender hasta dónde podemos llegar”, concluyó Barreira.
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