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28/03/2024

Peligra el desarrollo sostenible de la aviación mexicana

Daniel Martíne… / Lunes, 15 Noviembre 2021 - 20:13
Se necesita el esfuerzo de todos los actores de la industria

La cancelación de los apoyos gubernamentales al Clúster de Bioturbosina, sumada a la falta de coordinación para el desarrollo de esta industria, ponen en riesgo el desarrollo sostenible de la aviación mexicana, indicaron fuentes dentro del transporte aéreo.

El Clúster de Bioturbosina, cuyo objetivo era el de contribuir al desarrollo de la industria de los combustibles sostenibles de aviación en el país, desapareció con la entrada del nuevo gobierno debido a cambios presupuestales que derivaron en que su apoyo, brindado a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se terminara. En su lugar, surgió la Iniciativa para los Combustibles Sostenibles de Aviación en México, A.C. (ICSA MEX).

A pesar de estas decisiones, la industria aérea ha buscado fomentar el desarrollo de la bioturbosina y se ha solicitado la participación del gobierno para cumplir con las metas de reducción de emisiones de CO2, señalaron las fuentes.

“Estamos conscientes de que los biocombustibles son una solución para el tema de las emisiones, sin embargo, la situación es mucho más retadora para la industria aérea. Todavía no hay un camino 100% mapeado para poder lograr su incorporación. Es claro que para poder llegar a las metas de cero emisiones para el 2050, debe haber un compromiso de todos los actores interesados: aerolíneas, aeropuertos, proveedores, fabricantes y, por supuesto, autoridades”, indicó María Dolores Paradis, gerente de Planeación de Proyectos Sostenibles en Aeroméxico, en entrevista con A21.

Por su parte, Volaris señaló a este medio que los biocombustibles en México todavía no son una realidad, ya que el país no cuenta con la tecnología ni la infraestructura para su uso, puntualizó la aerolínea.

“Aún cuando exista la oferta de este tipo de combustibles, es necesario tener condiciones para que su uso sea viable en el sector de la aviación mexicana. Una condición necesaria es que el gobierno, en coordinación con la industria, generen acciones e inversiones para que los biocombustibles puedan competir en el mercado de los combustibles fósiles y tradicionales”, indicó Volaris.

En junio de este año, Alejandro Ríos, presidente de ICSA MEX, señaló que el país requiere al menos cuatro refinerías de SAF para evitar la emisión de ocho millones de toneladas de carbono a la atmósfera para el 2030. Además, estas plantas deberían estar operativas a partir de 2024 y situarse cerca de los grandes aeropuertos del país.

México no está al mismo nivel de desarrollo de biocombustibles que otros países en donde ya hay mucha oferta. No hay proveedores nacionales y, para llevar a cabo vuelos con SAF, se ha tenido que recurrir a empresas foráneas, añadió Paradis. “Estamos en el barco, pero necesitamos que todas las partes interesadas de la industria se suban también, porque es la única forma en que esto va a ser viable”, puntualizó.

Mientras la oferta de biocombustibles se hace realidad y llega a su madurez en México, las aerolíneas nacionales han impulsado otras iniciativas. Este año Volaris colocó mil 500 millones de pesos con la emisión de bonos vinculados a la sostenibilidad; Aeroméxico, por su parte, lleva a cabo el programa Vuela Verde en el que sus pasajeros contribuyen voluntariamente para la compra de bonos de carbono destinados a programas sociales; mientras que Viva Aerobus se comprometió la semana pasada a integrar aviones con propulsión sostenible en cuanto sea posible, entre otras acciones.  

Sin embargo, estas acciones impactarán de una forma mínima en el mejoramiento de la huella de carbono de la aviación en México, y de cara al objetivo de 2050, el desarrollo de los biocombustibles es fundamental.

El 65% del plan para la mitigación de 1.8 gigatoneladas de carbono se producirá a través de combustibles de aviación sostenibles, de acuerdo con datos de la Aviación de Transporte Aéreo Internacional. Las nuevas tecnologías de propulsión, como el hidrógeno, se encargarán de otro 13%, las mejoras en la eficiencia del consumo de combustible un 3% más y el resto podría conseguirse mediante captura y almacenamiento de carbono (11%) y compensaciones (8%).

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