Parte de la comunicación entre la torre de control y la tripulación del vuelo PK8303 que se desplomó el pasado viernes en el aeropuerto de Karachi, Pakistán, cobrando la vida de 97 personas, reveló dificultades previas a los procedimientos de aproximación.
"Lo último que escuchamos del piloto fue que tuvo algún problema técnico", declaró el vocero de la aerolínea Pakistán Internacional Airlines (PIA), Abdullah H.Kha, en un comunicado grabado en video para los medios locales.
Parte de las grabaciones, liberadas a través del portal especializado en audios de control de tráfico aéreo, liveatc.net, se confirma que hubo dos intentos de aterrizaje. En el primero, de acuerdo a lo que informa uno de los pilotos, el avión volaba a 3,500 pies de altura, considerada demasiado alta para efectuar una aproximación de acuerdo a los protocolos establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en los anexos referentes a operación y aeropuertos.
“Las altitudes en aproximación deben ser absolutamente respetadas. Son 2000 pies. Probablemente en el primer intento de aterrizaje traían mucha altitud”, explicó el Capitán Arturo Zúñiga, piloto con 25,000 horas de vuelo y amplia experiencia en el A320, el modelo del avión accidentado.
Con base en diversas fotografías dadas a conocer por la Autoridad de Aviación Civil (CAA) de Pakistán y publicadas en medios locales, así como el testimonio que Gul Muhammad Bhatti, uno de los dos únicos sobrevivientes, dio al parlamento pakistaní, el avión registró dos intentos de aterrizaje.
“Se llama, aterrizaje abortado. Si no alcanzas a llegar al señalamiento que te marca los mil pies, debes emprender una ida al aire porque significa que la pista ya no te alcanza para aterrizar”, explica el Cap. Zuñiga.
Una vez que el avión se fue al aire y contrariamente al primer intento, la aeronave no alcanzó una altura superior a los 2000 mil pies, el controlador de tránsito aéreo instruyó al Capitán a mantener 3000 pies, sin embargo esto no sucedió y autorizó entonces de inmediato el segundo aterrizaje.
Al tiempo que el controlador se da cuenta que el avión no hace ningún viraje para aterrizar, el piloto le informa que han perdido los motores. “Mayday, mayday”, son las últimas palabras que se escuchan en el audio.
Las fotografías muestran marcas separadas de los motores en el pavimento de la pista. “Es imposible que los motores peguen en el piso si el tren de aterrizaje está abajo, por tanto es sujeto de análisis la posición en la que estaba el tren en ese momento; ya que a la hora de subirlo ocurre un descenso automático en la aeronave que se da por la pérdida aerodinámica al efectuar el ciclo de la apertura (del tren) y el cerrado de compuertas. Es poco significativo, pero en circunstancias así pudo ser clave”, apuntó Zuñiga.
El experto señala una serie de factores importantes a analizar en la investigación de este accidente, una de ellas es el número de horas de vuelo totales que tenía la tripulación, y de ellas, cuántas con experiencia en aeronaves modelo A320. Y sobre todo, cuáles fueron las condiciones de recalificación para volver a volar una vez que PIA reinició operaciones.
La aeronave accidentada con número de registro AP-BLD, número de serie del fabricante 2274, entró en servicio por primera vez en 2004 y ha estado en funcionamiento con PIA desde 2014. Según los registros de Airbus, tiene 47 mil 100 horas de vuelo aproximadamente y 25 mil 860 ciclos de vuelo hasta el accidente.
Desde finales del mes de enero, derivado de la pandemia provocada por el Covid-19, PIA detuvo sus operaciones desde y hacia China, posteriormente a Reino Unido y paulatinamente en sus rutas domésticas. El 16 de mayo inició la reactivación de sus vuelos tanto nacionales como internacionales.
De acuerdo con el Dr. Octavio Amezcua, piloto experimentado y especialista en investigación de accidentes, es primordial la función del piloto que no va volando, que podría ser el Capitán o el Primer Oficial.
“Hay errores que se pueden cometer por la poca práctica de vuelo. En este caso nada puede ser concluyente en este momento, tenemos que esperar la dictaminación de la comisión investigadora así como los factores contribuyentes al accidente, que sin duda, la poca práctica de vuelo será uno de ellos”, señaló el Dr. Amezcua.
La Asociación de Pilotos de las Líneas Aéreas de Pakistán (PALPA) es quien lleva a cabo el adiestramiento de los pilotos de la aerolínea pakistaní y coadyuva a validar la utilización de las licencias aeronáuticas del personal. En 2017 PALPA fue sometida a escrutinio luego de que un instructor de PIA durmió una siesta mientras alumno operaba solo el vuelo rumbo a Londres con 305 pasajeros a bordo. Un pasajero se sintió inseguro y realizó el reporte al finalizar el vuelo.
Por su parte, Airbus informó que está proporcionando asistencia técnica completa a la Oficina de Investigaciones y Análisis de Francia así como a las autoridades paquistaníes a cargo de la investigación. “Pakistán International Airlines y el fabricante de motores CFM International también brindan soporte técnico”, señaló el fabricante francés en un comunicado.
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