Con el reciente anuncio de Airbus de suspender la fabricación del avión A380, los programas del fabricante norteamericano Boeing podrían tener mayor viabilidad para las líneas aéreas alrededor del mundo.
Durante 2018, las aerolíneas enfrentaron una dura batalla ante el incremento de los precios del combustible, por lo que hubo varias empresas (Qatar Airways, Emirates, Delta) que cambiaron, retrasaron o eliminaron algunas órdenes previas para adquirir nuevos aviones. Y, en general, las que se decidieron por cambiar, lo hicieron buscando aeronaves más pequeñas y ecológicamente eficientes.
En el caso del Super Jumbo, los dueños y presidentes financieros de las aerolíneas, consideran que el proyecto es inviable, debido a los altos costos de producción y a la constante presión que significa llenar una aeronave de más de 500 asientos.
#Infografía Ficha con los principales datos del avión Airbus A380, un gigante de los cielos ✈ #AFP @AFPgraphics pic.twitter.com/3dsCAv0SPd
— Agence France-Presse (@AFPespanol) 14 de febrero de 2019
Además, tanto Airbus como Boeing han diseñado en la última década aviones con el mismo alcance, con mejor rendimiento de combustible y menor capacidad. En específico, sobresalen las familias A350 y B777.
También, hay rumores de que Boeing está diseñando un nuevo avión de fuselaje ancho, el 797, el cual podría ocupar un nicho muy importante en el mercado para los próximos veinte años.
Las predicciones de las dos armadoras más importantes a nivel mundial señalan que, durante las próximas dos décadas, los aviones de fuselaje estrecho, para entre 100 y 250 pasajeros y con rangos entre cinco mil y ocho mil kilómetros serán los que tengan más ventas, dejando poco espacio de maniobra para aeronaves jumbo como el A380. Es por eso que Airbus sólo construirá 17 unidades más de este icónico avión antes de cerrar permanentemente la fábrica.
Además, la familia A380 ha vivido en controversia durante sus catorce años de producción. Estados Unidos y Boeing han mantenido una demanda ante la Organización Mundial de Comercio en la que señalan que la Unión Europea ofreció ayuda estatal a Airbus para sobrellevar los costos de este programa y el A400M. El año pasado, la entidad internacional falló a favor de los norteamericanos.
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