Servicios Aéreos del Altiplano SA de CV, operador responsable de la aeronave Agusta A109 en la cual perdieron la vida la gobernadora poblana Érika Alonso junto con su esposo Rafael Moreno Valle, el capitán, el primer oficial, así como el secretario particular del senador, desapareció de la vista pública.
El día del accidente, aún se podían consultar en la página web los servicios (www.saasavuela.com), aeronaves disponibles y el teléfono de contacto, la mañana del día después, el sitio fue dada de baja.
A21 visitó el helipuerto Radio Capital, ubicado en Montes Urales 425, una de las bases donde tienen operaciones, el personal del edificio confirmó que ningún miembro de la empresa ha hecho acto de presencia en su base de trabajo desde el accidente.
Por protocolo de investigación, los dueños de la aeronave, los hermanos Rafael y José Antonio Torre Mendoza, deben mantener contacto con el equipo de investigadores para atender dudas y proporcionar la información necesaria. Sin embargo, no se han pronunciado ante la opinión pública ni acompañado como operador en los informes de la investigación.
Por su parte, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) no ha realizado una suspensión de labores de manera “oficial” a la empresa mientras continúan las averiguaciones. Y el equipo de investigadores no ha emitido alguna alerta de seguridad operacional que obligara a Servicios Aéreos del Altiplano a tomar ningún tipo de medida en particular.
Según los informes proporcionados por Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Pública, el vehículo contaba con un certificado de aeronavegabilidad vigente y aún se estaban analizando posibles averías en la unidad.
De momento, los únicos datos recuperados de la aeronave accidentada es que tenía un tiempo de vuelo de 2,074 horas y un certificado de seguridad aérea con vigencia hasta el 19 de septiembre de 2020.
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