Una jueza de Mallorca, España, declaró ilegal el recargo que la aerolínea Ryanair está imponiendo a los clientes que llegan a la puerta de embarque sin el boleto impreso.
Esta situación surgió cuando la aerolínea le cobró un extra de 56 euros (equivalentes a 61 dólares) a un pasajero como penalización por no llevar el boleto impreso, y ha ordenado a la compañía de bajo costo que le reembolse dicho importe.
La sentencia argumenta que este recargo adicional es desproporcionado y representa un abuso, ya que supera en más de la mitad el precio de 80 euros (equivalentes a 88 dólares) que el pasajero pagó por el boleto originalmente.
Además, el pasajero había comprado cuatro boletos de avión para viajar con su familia desde el Aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat hasta Palma (Mallorca), lo que resultó en un recargo total de 224 euros (equivalentes a 246 dólares).
Si bien el cliente solicitó la devolución del dinero adicional que tuvo que pagar para que su familia pudiera abordar el avión, la jueza solo accedió a devolverle el importe correspondiente a su propio boleto.
La sentencia explica que, aunque la reserva y compra de los boletos de avión se realice por una sola persona, cada pasajero tiene un contrato de transporte independiente. Por lo tanto, el hombre sólo tiene legitimidad para reclamar el reembolso de su propio boleto y no el de los demás miembros de su familia.
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