La Inspección de Transporte y Medio Ambiente Humano (ILT) de Holanda autorizó que los seis Boeing 747-400 de la aerolínea alemana Lufthansa salieran del país, luego que informó que las aeronaves no podían partir porque no tenían el certificado de seguridad adecuado.
Durante junio y julio el transportista estacionó las aeronaves en el Aeropuerto de Twente, debido a la baja demanda propiciada por la emergencia sanitaria.
Ante ello, la aerolínea planeó el retiro de dichas aeronaves, por lo que cinco de ellos se vendieron a la empresa de reciclaje de GE Aviation Materials, ubicada en el Aeropuerto de Mojave, en California, Estados Unidos.
No obstante el ILT notificó a Lufthansa que los aviones no podían salir de Twente porque no tenían el certificado de seguridad adecuado, ya que, los aviones grandes pueden aterrizar en el aeródromo con fines de demolición pero no pueden salir.
“La infraestructura del aeropuerto no es por el momento adecuada para el despegue de aviones más grandes y pesados. El operador del aeródromo tampoco ha solicitado permiso para desviarse de las normas internacionales de seguridad”, señaló un portavoz del ILT a CNN.
La disputa iba a resolverse ante los tribunales con una demanda, sin embargo se llegó a un compromiso.
El ILT concedió al aeropuerto de Twente una exención única para permitir el despegue de las aeronaves, estipulando que deben llevar un mínimo de combustible y ser lo más ligeros posibles durante su salida.
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