El desarrollo de una medicina predictiva y personalizada es clave para resolver los retos que implicarán las futuras misiones tripuladas al planeta Marte, pues al encontrarse a millones de kilómetros de distancia de la Tierra, los astronautas deberán ser autónomos a la hora de requerir ayuda médica y psicológicas.
De acuerdo con el doctor Emmanuel Urquieta, subdirector científico del Instituto de Investigación Translacional para la Salud Espacial, financiado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), existen hasta 100 condiciones médicas que pueden afectar la salud de un astronauta durante una misión espacial, por lo que el entrenamiento y el desarrollo de nuevos materiales y herramientas es indispensable para cubrir las necesidades de las tripulaciones.
“Debido a la distancia, puede llevar hasta 20 o 40 minutos el desfase de comunicaciones (…) Tenemos que pensar cómo vamos a predecir una enfermedad”, confirmó el científico.
Asimismo, señaló que la comunicación entre las tripulaciones y las estaciones en Tierra es uno de los principales retos del viaje al Planeta Rojo, además de las complicaciones derivadas de la ingravidez y las radiaciones cósmicas.
Durante los últimos años, la NASA ha compilado información médica obtenida de misiones espaciales para el desarrollo de una inteligencia artificial que sea capaz de detectar anomalías en los signos vitales de los astronautas y pueda llegar a predecir la aparición de enfermedades, dando un margen más amplio para su tratamiento y solución.
En tanto a la problemática relacionada con las perjudiciales cantidades de radiación en el espacio, explicó que los esfuerzos se enfocan en la modificación y edición genética, con el fin de dotar a los viajeros espaciales de una mayor resistencia a esos elementos.
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