Las causas del accidente del helicóptero Sirkosky modelo UH-60 Black Hawk perteneciente a la Secretaría de Marina (Semar) accidentado el 15 de julio en donde fallecieron 14 marinos de las Fuerzas Especiales será determinado entre los gobiernos de México y Estados Unidos quedando fuera de las recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
“Aunque los procedimientos se parezcan, un accidente militar no tiene por qué regirse bajo el Anexo 13 de la OACI, que es exclusivo de aeronaves civiles. Los accidentes civiles son de interés público, los militares son de interés de la seguridad de los gobiernos.
En este caso, los gobiernos y el fabricante decidirán qué hacer, pero mucha de la información de lo ocurrido no será publicado por la seguridad de ambos países; sin embargo, si es importante que los ciudadanos sepan si este accidente fue a causa de un acto de guerra o no”, declaró Gerardo Brand, piloto e investigador de accidentes del Colegio de Pilotos Aviadores de México con 30 años de experiencia.
Recientemente, el vocero de la Secretaría de Marina declaró a la agencia local Associated Press que técnicos de la dependencia mexicana viajaron a Estados Unidos para participar en la obtención de datos de las cajas negras de la aeronave accidentada, junto a personal de la Fiscalía federal mexicana y expertos de Sirkosky, el fabricante.
El Anexo 13 dice que el país donde ocurrió el accidente puede incluir a varios participantes, inclusive personal y equipo experto en diferentes áreas. Para Jorge García Gallegos, director de investigación de accidentes en DGAC (hoy AFAC) entre 2007 y 2013, es poco recomendable que el mismo fabricante, en este caso Sikorsky, analice su propio componente.
“El fabricante del helicóptero es un experto en el equipo y puede aportar información y equipo de prueba de alguna parte o componente, incluso porque no se va a encontrar en otro lado, por su parte el operador aporta los datos necesarios de la operación de vuelo, etc. Lo importante es que ninguno de estos puede tomar decisión alguna sobre la investigación, solo aportar información”, declaró García Gallegos en entrevista con A21.
Un investigación contempla cuatro etapas fundamentales: investigación de campo; recuperación de información y partes; pruebas y simulaciones; y por último, un reporte final.
García Gallegos dijo que lo mejor es que la investigación se realizara en México, o en su caso, haya un equipo de investigación mexicano presente en todo momento, y que en cuanto se bajen los datos de la grabadora, ellos también lo registren, se lo queden, y se aseguren que sea borrado del laboratorio.
Enfatizó que ni Sirkosky, ni la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), o ningún otro laboratorio que realice la investigación deben quedarse con algo de esta información.
En sus declaraciones a la agencia de noticias AP, el contralmirante Orozco dijo que el registro de los dos últimos minutos de vuelo que tienen las cajas negras será clave a la hora de determinar la causa del desplome.
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