Todo es calma en la noche y el día en palacio, solo el murmullo del tráfico diario se llega a escuchar lejanamente mientras que, en toda la ciudad, se escuchan los estruendos del paso de los aviones que, volando sobre orografías altas, llegan por el poniente de la ciudad (y por lo tanto a altitudes más bajas con respecto al terreno) y desde el sur arrastrando las aeronaves con altitudes también muy bajas, que hacen retumbar a las colonias, generando explosiones de ruido constantes día y noche, dando incomodidad, estrés y enfermedades auditivas y cardiacas, mientras que las autoridades aeronáuticas hacen caso omiso a todas las protestas ciudadanas que, con todo el derecho legal, han demostrado junto con sus inconformidades a través de demandas y amparos que han resultado estériles ante las autoridades, como el colectivo “Más seguridad, menos ruido”, conformado por 150 colonias que han gritado al unísono por el derecho a tener la calidad de vida que les han arrebatado.
Las autoridades aeronáuticas tan sólo han respondido que tienen un plan de rediseño que permitiría resolver este caos, sin embargo, solo han sido palabras vacías a toda la gente que espera que ya se resuelva este grave problema.
Y lo más grave está en el ruido que afecta a escuelas, centros de salud como hospitales, áreas recreativas y un sinfín de parques, cuya fauna resulta también afectada.
La OACI ha mencionado en repetidas ocasiones que no hay que destruir un concepto que funciona, para construir otro que no lo haga.
Para obtener los resultados de eficiencia, seguridad, economía y disminuir las afectaciones de ruido, como es el caso del rediseño aéreo, lo primero es aceptar y regresar al concepto de llegadas aéreas anteriores, que no solo redundará en la calidad de vida de todos, sino que proporcionará todos los conceptos antes mencionados y necesarios para cubrir los estándares requeridos y tener un pronto regreso a la CAT1, así como mantener los itinerarios y slots en el orden impecable con que se contaba anteriormente. Sólo espero que las autoridades recapaciten, admitan y resuelvan este gran problema lo más pronto posible, por el bien de todos.
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