
Uno de los temas que deberá abordar la Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes con el Almirante Juan José Padilla Olmos, recién nombrado director de todos los aeropuertos adjudicados a la Marina, incluido el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), es el de la conectividad terrestre de las terminales aéreas que le fueron confiadas, específicamente el asunto de los taxis.
Desde hace 11 años que ha estado en litigio el tema de la convivencia de los taxis concesionados federales con los llamados taxis de plataforma (entre los que destacan Uber y Didi), debido a las regulaciones en ese sentido, que le imponen a los concesionados una serie de candados para prestar el servicio de traslado de pasajeros terrestres a las terminales aéreas nacionales.
En rigor, estas infraestructuras se encuentran en recintos federales y, en tal sentido, se obliga a los taxistas que prestan sus servicios en los puertos aéreos a solicitar, pagar placas federales y cumplir muchos otros requisitos, lo cual los inhabilita para someterse a las reglas comunes de la competencia.
Además, un taxista del aeropuerto debe estar inscrito en un padrón, pagar cuotas y una especie de “fee” por operar ahí; no puede subir pasaje en otro lugar, y se ve obligado a tomar turno para que la distribución de los servicios esté balanceada. En una palabra, esta figura de concesión es una estructura rígida que tiene sus beneficios, pero también sus muchas restricciones.Aun cuando esta problemática es la misma del resto de las terminales aéreas del país, es en el AICM y Cancún donde más protestas se han generado, de parte de los taxis de plataforma y de los usuarios y no se ha podido llegar a ningún acuerdo debido a la presión de los representantes de taxistas concesionados, pese a que existe un proyecto de reglamento desde septiembre del año pasado que fue subido a la plataforma de CONAMED, pero que no pasó de ahí.
Hay historias de terror, como las que han ocurrido en Cancún, donde algunos turistas internacionales que decidieron pedir taxis de plataforma tuvieron que sufrir las agresiones de los taxistas concesionados contra el conductor y el vehículo de plataforma. Este tipo de conductas es inaceptable y, sin embargo, es hora que no se ha logrado llegar a un acuerdo que posibilite la convivencia equilibrada de estos dos sistemas.
Desde luego que es entendible el reclamo de los taxistas concesionados. Han invertido mucho y sus ingresos varían de acuerdo con la temporada, pero es un hecho que en 700 aeropuertos del mundo se ha logrado que ambas opciones convivan en paz, en beneficio de los pasajeros aéreos.
Lo importante es que se encuentre una fórmula que permita normalizar esta situación. Uber ha ofrecido a los concesionados que se suban a su plataforma y tener un régimen especial para sus propios conductores que sirvan a estas terminales aéreas, con algunos requisitos extra y beneficios para los usuarios. Un tema que deberán resolver son las tarifas dinámicas, ya que, sea como sea, en los aeropuertos la tarifa suele ser más alta pero es fija, independientemente de la demanda. A casi un año de que inicie el Mundial de Futbol en México, Estados Unidos y Canadá, el tema aún está en la palestra. E-mail: raviles0829@gmail.com
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