Como en las épocas del TLCAN o del Mexican Moment hay tendencias que se ponen de moda y de pronto nos sentimos entrando al primer mundo por la puerta grande. Lo que nadie dice es que para eso hay que trabajar en serio y “hacer la tarea” de crear las condiciones correctas en el país, que nos permitan incrustarnos en las cadenas de suministro internacionales y que para eso hay caminos ya establecidos que hay que seguir.
En muchos sentidos, la integración comercial le dio a México una base productiva que hoy le permite estar mejor preparado para lo que se ha dado en llamar “nearshoring” que, como atinadamente dijo Oscar Rodríguez, director del Cluster Aeroespacial del Bajío, no vendrá pronto, sino que ya está aquí.
Y lo dijo precisamente durante la inauguración de la BJX Aerospace Summit 4.0 2023, celebrada en León, Guanajuato del 4 al 6 de octubre pasado, donde, además de este importante encuentro de empresarios de la industria aeroespacial, confluyeron dos eventos muy relevantes: la Hannover Messe (Industrial Transformation Mexico) y la Reunión Anual de Industriales (RAI) de Concamin.
En estas tres reuniones se pudo ver que hay muchas y variadas empresas de alta tecnología que o ya están establecidas en México y buscan proveedores o están buscando socios de negocios para distintos rubros, desde luego para la industria aeroespacial que cada año crece a doble dígito desde el año 2000 (excepto en la pandemia, por obvias razones).
El asunto es que para aprovechar esta tendencia que hoy se presenta ante nuestros ojos y nuestras puertas fronterizas, este país necesita cambiar su chip. Un ejemplo: para el año 2030, las empresas europeas y algunas de otros países desarrollados no podrán vender sus productos si éstos no proceden de plantas que funcionen con energía limpia.
Eso significa que las miles de plantas industriales establecidas en México, de fabricantes alemanes, franceses, españoles, ingleses, etc, requieren con urgencia que la CFE les proporcione energía procedente de fuentes no contaminantes. Por mucho chapopote que México tenga en su haber, éste no funciona para mantener a la planta productiva que más valor agregado le proporciona al país.
Y esto no tiene qué ver con la ideología sino con algo más simple y concreto: la gente necesita trabajo porque tiene familia que mantener. La migración hacia Estados Unidos se deriva de la necesidad de empleo y si no somos capaces de crearlo aquí, nuestros propios paisanos seguirán migrando cada vez en mayores cantidades.
Y el hecho es que hoy tenemos la oportunidad de hacer crecer a la industria aeroespacial como nunca. La Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial ha estado trabajando a marchas forzadas en la integración de cadenas productivas, en la creación de proveedores y en la certificación de procesos y de partes aeroespaciales.
Esto es lo que se requiere, pero todavía necesitamos más: necesitamos un gobierno promotor, empresarios con visión de futuro que busquen quedarse en esta industria que crece y será un gran pivote de desarrollo, y educación de calidad centrada en carreras del futuro. Nada más.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: raviles0829@gmail.com
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