Nadie puede negar el liderazgo que durante 100 años ha ejercido Estados Unidos en el sector aeroespacial. La primera “máquina más pesada que el aire” que logró levantar el vuelo fue registrada en ese país en diciembre de 1903, con “El Volador”.
Pero de entonces a la fecha han ocurrido muchas cosas. Entre otras, que también nuestro país pudo ser un importante fabricante de aviones, según consta en los archivos de historiadores de aviación como José Villela y Manuel Ruiz Romero.
Francia, Inglaterra y otros países europeos iniciaron casi al mismo tiempo sus investigaciones, y el más importante es Airbus, un gran conglomerado aeroespacial, aunque desde luego que hay otros fabricantes de gran valía.
Rusia tiene sus armadoras de equipos aéreos, así como Canadá y Brasil, en tanto que Japón y China han entrado en el mundo del diseño de aeronaves y no se descarta que le den mucha batalla a los actuales jugadores.
Desde hace muchos años que nuestro país, a pesar de que –según se dice- los elusivos “Tratados de Bucareli” inhibieron nuestra vocación aeroindustrial, reingresó a este mundo y es ahora un jugador interesante. No en el tema del diseño y armado, pero sí en la fabricación de partes y justo en este momento se nos plantea el grave problema de qué vamos a hacer con la nueva política que inician los Estados Unidos, el más grande comprador, pero también integrador de gran parte de nuestra industria.
El asunto no es menor. La industria aeroespacial en México posee más de 320 empresas y exporta anualmente alrededor de 7,000 millones de dólares, con crecimientos del 14 por ciento promedio en los últimos años. Y justo en 2017, en abril, se llevará a cabo la Segunda Feria Aeroespacial organizada por la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fuerza Aérea Mexicana (Famex edición 2017).
En esta ocasión se espera la presencia de unas 400 empresas de más de 18 países, 32 mil visitantes profesionales y especializados, más de 3,500 encuentros de negocios, una exhibición estática de aeronaves y un encuentro de grandes personajes de la industria a nivel global que perfilen lo que será el sector en los siguientes 10 años.
A pesar del entorno que se percibe turbulento, hay elementos que en este tema se presentan como una gran oportunidad para nuestro país. Es cierto que hay señales de crisis en la economía y que nuestras relaciones de negocios con Estados Unidos no están ni de lejos en el mejor momento, pero también es cierto que la industria es hoy más global que nunca y que como país hemos aprendido muchas cosas que pueden ayudarnos a superar lo que viene, por muy amenazante que parezca.
Los tratados que hemos firmado, la experiencia que hemos adquirido, la infraestructura que ya poseemos nos convierten en un jugador importante. Hoy estamos en el lugar 15 a nivel mundial, pero los esfuerzos que estamos haciendo van encaminados a que en 3 años estemos entre los 10 primeros proveedores de una industria que factura más de 300 mil millones de dólares.
Hay varias noticias alentadoras. La más importante es que se le dará un apoyo especial a las pequeñas y medianas empresas para que estén presentes en este gran acontecimiento. Los temas que promoverá la Famex 2017 son: industria, aviación civil comercial, defensa, servicios de mantenimiento, educativos y tecnología espacial. Habrá, además, pabellones especiales para la educación técnica y para nuestra Agencia Espacial Mexicana.
Esperemos que la fuerza la razón y el trabajo duro y continuado que se ha hecho en México hablen por sí mismos.
Lo oí en 123.45:Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
twitter: @charoaviles
- Inicie sesión para enviar comentarios
Facebook comments