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25/11/2024

¿Y la asistencia técnica de la oficina de la OACI en México?

Juan A. José / Martes, 21 Junio 2022 - 21:14

De pronto me doy cuenta que, tal y como eventualmente sucede a muchos y a muchas, de alguna manera he caído, por lo menos en lo que toca al asunto de la degradación por parte de autoridades norteamericanas de la categoría a la gestión de la seguridad a cargo de la autoridad aeronáutica mexicana, en aquello que se conoce como “ceguera de taller” es decir, lo que ocurre cuando perdemos la vista de áreas de oportunidad y riesgos a la hora de realizar una actividad.

Y es que me doy cuenta que en medio de la extensa cobertura mediática que ha recibido la multicitada degradación, la existencia, nada menos que en la Ciudad de México de la Oficina Norteamérica, Centroamérica y Caribe (NACC) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la benéfica aportación que por medio de sus expertos puede hacer para que México atienda las observaciones asociadas a la degradación, a no ser por una nota publicada hace casi un año (el 11 de julio de 2021), precisamente por el mismo medio que alberga este comentario (A21), realmente no ha sido mencionada por los analistas, incluyendo a su servidor, quienes de manera miope, en mi opinión, no hemos tomado en cuenta esta variable en torno al complejo proceso de recuperar una categoría que, dada la importancia del mercado que impacta (Estados Unidos) debe tener la máxima prioridad en el seno del gobierno mexicano y más ante la inminencia de una nueva auditoría de seguridad aplicada por la propia OACI.

Fuentes cercanas al proceso de recuperar la categoría me confirman que efectivamente la oficina NACC estuvo o ha estado involucrada en el mismo, sin poderme precisar hasta qué grado o si ello sigue siendo el caso, lo cual valida la premisa que sustenta la redacción de la presente entrega.

¿Será que no hay presupuesto para contratar la asesoría de los expertos OACI en territorio mexicano, además de los propios de la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA)?, ¿o será que está teniendo lugar un episodio más de ese pésimo manejo de la Comunicación Social por parte de la actual administración federal mexicana?

¡No lo sé! 

Lo que si me queda claro, por experiencia personal, es lo privilegiada que resulta la aeronáutica civil de nuestro país al tener una oficina regional de la OACI en su ciudad capital desde el año 1957, en la que, por lo menos hasta donde recuerdo, trabajan profesionales de comprobada experiencia en asegurar (en palabras publicadas por la propia organización en su página web) que “ninguno de sus Estados miembro se quede atrás y que cada uno reciba nuestro apoyo para implementar las Normas y Métodos Recomendados (SARPS) de la OACI y el crecimiento seguro y eficiente de sus empeños de aviación”, en opinión de este columnista, meollo de todo el asunto de la pérdida de la categoría por parte de una Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) mexicana a que muchos aeronáuticos mexicanos cada vez le vemos menos rumbo.

Si fuese el caso, y la SICT o la AFAC hubiesen decidido no contratar el apoyo de la oficina NACC ¿por qué decidieron no hacerlo?, en especial tomando en cuenta que además de estar ubicados en la Ciudad de México, y por ende quizás no generar grandes gastos por concepto de viáticos, por ejemplo. Son los representantes de la entidad reguladora internacional y por lo tanto se supone que son los grandes expertos. Si fuese el caso de que sí lo hicieron, ¿por qué es tan pobre la difusión de esta colaboración?

Si bien me encantaría que el segundo fuese el escenario actual, lo cierto es que me temo que como parte de esa estrategia que claramente ha emanado desde Palacio Nacional, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte ha decidido menospreciar el papel de los organismos internacionales, caso de la OACI, complicando así todavía más en mi opinión el panorama a la aeronáutica civil mexicana.

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