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23/12/2024

Boeing, programas supersónicos y Vladimir Putin

Juan A. José / Martes, 19 Febrero 2019 - 21:21

Iniciamos esta columna con la sorpresa de que Boeing ha hecho una importante inversión en el programa supersónico AS2 de 12 plazas y largo alcance, el cual es desarrollado por la Aerion Corporation de Reno Nevada, y cuyo lanzamiento ya comentamos en esta casa editorial hace tres años. El objetivo del fabricante aeroespacial más grande del mundo es acelerar el diseño y desarrollo de estas aeronaves supersónicas y abrirles nuevos mercados.

Entre otras cosas Boeing proveerá recursos en materia de ingeniería, manufactura, pruebas de vuelo y contenido estratégico vertical para hacer realidad el AS2, que se estima realizará su primer vuelo en el año 2023, propulsado por tres motores Affinity de la General Electric.

Lo sorprendente es que, hasta donde yo tenía entendido, Aerion era un programa impulsado por Lockheed-Martin y la europea Airbus y si bien, la salida de estos socios del programa AS2 podría ser alarmante, el hecho de que ahora Boeing se una al proyecto hace albergar esperanzas de que se trata de un proyecto serio y con posibilidades de convertirse en una aeronave revolucionaria, por lo menos, inicialmente, en el segmento de vuelos transoceánicos de la aviación ejecutiva, la cual podría tener una demanda importante por parte de las personas que estén dispuestas a ahorrarse unas horas volando a gran velocidad.

Todo parece indicar que Boeing considera a Aerion como el líder a nivel internacional para trazar una ruta sostenible que marque el regreso de las operaciones supersónicas civiles eficientes y dentro del marco regulatorio del futuro. No olvidemos que, desde la salida del anglo-francés Concorde en 2003, los cielos del mundo no han albergado aeronaves supersónicas, salvo que sean militares.

También, Boeing tuvo un proyecto durante los años sesenta llamado Supersonic Transport (SST) que planeaba el lanzamiento del B2707, aunque finalmente el Congreso de los Estados Unidos echó tierra al proyecto en 1971. Un dato curioso es que la Administración Federal de Aviación estimaba que había un mercado potencial para vender cerca de 500 SST alrededor del mundo; la historia finalmente demostró otra cosa.

Es posible que Boeing y Aerion, a partir del AS2, desarrollen otros aviones supersónicos civiles con capacidad y prestaciones superiores que permitan los servicios regulares de pasajeros. Pero, como dije en 2016: hasta no ver, no creer.

Finalmente, estas noticias sobre la alianza entre Boeing y Aerion se dan en el marco de un anuncio realizado por Vladimir Putin, presidente de Rusia, quien también tiene interés en desarrollar un nuevo transporte supersónico civil, basado en el bombardero TU-160.

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