Ha llamado mucho la atención el lamentable accidente de un vuelo chárter de la aerolínea boliviana LaMia en las cercanías de la ciudad de Medellín, Colombia, operado con un equipo Avro RJ85, en el que perdieron la vida la gran mayoría de los integrantes de un equipo de futbol soccer brasileño.
De acuerdo a la información a mi alcance, el piloto al mando del vuelo siniestrado era uno de los dueños de la aerolínea, originalmente establecida en Venezuela en el año 2009 y que mudó sus operaciones a Bolivia en el año 2015.
Si bien, como en todo accidente aéreo, se debe esperar a tener los reportes oficiales sobre las causas que lo originaron antes de llegar a conclusiones, en este caso en particular la variable “combustible a bordo” cobra relevancia toda vez que dada la evidencia difundida se podría apuntar hacia la falta del mismo como una de las principales causales.
De esta manera, una de las primeras preguntas que los investigadores seguramente van a tratar de responder será: ¿La aeronave realmente despegó de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia con el combustible que requería para que el vuelo fuera seguro?
Más allá de que los investigadores confirmen o descarten dicha hipótesis otro de los factores que seguramente analizarán por los expertos a cargo de ella tiene que ver con el perfil de la tripulación, con las decisiones que tomaron tanto en tierra antes de despegar, con el despacho de la aeronave, la actuación de la autoridad aeronáutica y los servicios de control de tránsito aéreo y con interacción entre quienes iban dentro de la cabina de pilotos en vuelo, temas que invariablemente me hacen pensar en la importancia del concepto CRM (Crew Resourse Management) y de cómo puede repercutir negativamente la jerarquía de un miembro de la tripulación en la toma de decisiones o en las acciones o inacciones del resto de los integrantes de la misma.
El CRM es un conjunto de procedimientos de entrenamiento empleados en medio ambientes en los que el error humano puede tener efectos devastadores.
Adoptado hacia finales de los años 70 a partir de recomendaciones de seguridad derivadas de ciertos accidentes aéreos en los que las jerarquías y el autoritarismo del piloto al mando contribuyeron a que ocurriesen, el CRM se enfoca en el liderazgo, la comunicación interpersonal y la toma de decisiones en la cabina.
El accidente de dos Boeing 747s en Tenerife, España en 1977, uno de Pan Am y otro de KLM piloteado por un señor que evidentemente tenía mucha prisa en despegar y no se detuvo a pensar que en las dudas que tenían sobre iniciarlo tanto su copiloto como su ingeniero de vuelo, evento que costó 583 vidas, terminó siendo un funesto detonante de los esfuerzos para empoderar a toda la tripulación a la hora de tomar decisiones, llámese CRM.
El que firma esta nota fue testigo de cómo en una aerolínea mexicana hoy día extinta --- afortunadamente por cierto, ahora sí que “el organigrama mataba carita”, aun cuando esa fuese nada menos que la de la seguridad. Baste decir que algunos pagaron con sus vidas por tal política.
Es así que me pongo a pensar: ¿Hasta qué grado no ocurrió lo mismo en el caso del vuelo de LaMia? ¿Hasta qué grado, ya sea el oficial de operaciones que despachó la aeronave o el copiloto pudieron haber objetado operar en las condiciones en las que se realizó el vuelo, cuando el capitán y dueño de la aerolínea habría decidido hacerlo así?
Las estadísticas no mienten: Las jerarquías y el autoritarismo en las cabinas de vuelo matan a mucha gente y me temo que recientemente han sumado nuevas víctimas.
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