En columnas anteriores habíamos comentado lo que hoy es una realidad muy difícil de ocultar, y es el que se refiere al evidente deterioro que sufre la infraestructura general del Aeropuerto Benito Juárez.
Este deterioro se puede ver tanto en sus edificios como en sus diferentes áreas de maniobras y pistas, sin olvidar, desde luego, los problemas causados por los cambios en la administración del espacio aéreo y su control.
Lo anterior está complicando mucho la operación de las aerolíneas que hoy se ven sujetas a demoras constantes y cancelaciones que están elevando considerablemente sus costos de operación en un momento económico difícil en el que se requiere cuidar sus finanzas más que nunca, además de que los pasajeros, que no muy bien comprenden estos problemas de demoras y cancelaciones, cada día se encuentran más molestos.
Por otra parte, como consecuencia lógica las demoras y cancelaciones, ya están afectando la operación y eficiencia de los más importantes aeropuertos de la red Mexicana.
Los problemas se han agudizado a partir de la inauguración del AIFA y eso nos hace reflexionar a algunos sobre este asunto que, aunado a la declaración de que no se permitirían más slots en el Benito Juárez, parecería una estrategia para obligar a las aerolíneas a migrar su operación al AIFA.
El mal tiempo está aquí y el Valle de México se caracteriza por lluvias y tormentas muy fuertes, lo que seguramente va a agudizar todo tipo de problemas operativos en el Benito Juárez, el cual, por cierto, no tiene sus pistas de aterrizaje en óptimas condiciones y ante la falta de limpieza del hule acumulado y ondulaciones en diferentes áreas, pueden convertirse en verdaderas pistas de patinaje.
Ya hemos comentado también lo que consideramos necesidades vitales para cumplir con el programa de renovación general que se está pretendiendo en la operación de AFAC, pues el Benito Juárez requiere de lo mismo y también de manera urgente:
Primero voluntad política para hacer las cosas; tecnología adecuada a los tiempos que vivimos; personal eficiente y con experiencia; y asignación de importantes recursos económicos.
Por cierto, ahora se habla en medios de la posibilidad de construir la Terminal 3 en el Benito Juárez, proyecto del que ya se había hablado desde hace algunos años lo que sigue apuntando a la falta de coherencia en las decisiones sobre el futuro del aeropuerto capitalino y de paso del AIFA.
México tiene en su turismo la segunda entrada de divisas que son traídas por millones de pasajeros que anualmente seleccionan nuestro país para vacacionar, además de todos los pasajeros nacionales que derraman grandes cantidades de dinero en los centros vacacionales del país.
La anterior, y ante la inmovilidad manifiesta hasta hoy del AIFA, es una razón más que suficiente para hacer algo pronto y lograr un control de pasajeros más eficaz durante su tránsito por las instalaciones del aeropuerto
Se requiere proveerles un servicio de primer nivel por el que pagan, así como agilizar operaciones de aeronaves por parte de los servicios de tráfico aéreo, y antes que nada, mantener la seguridad de todos, tanto de aeronaves, pasajeros y visitantes en el aeropuerto Benito Juárez.
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