Los tiempos de guerra plantearon retos importantes y muy variados en materia de aviación, las academias de capacitación cumplieron su cometido y lograron proporcionar una gran gama de pilotos que operaron los aviones que se requería.
Los tiempos de paz, sin duda, plantearon retos similares en cuanto la capacitación de pilotos, el apego a los procedimientos de despegue y aproximación incrementa los niveles de seguridad y esto es logrado con programas de capacitación.
Ya en tiempos de paz, preocupada por la seguridad de los vuelos que día a día se iban incrementando y también por los conocimientos en materia de navegación aérea necesarios, la OACI contempló la necesidad de crear centros de capacitación.
Con la intención de colaborar con la formación del personal técnico aeronáutico de los países de America Latina, la OACI decidió crear el Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC) para la región latinoamericana en la que se proporcionara una formación profesional estandarizada en procedimientos, normas y técnicas aeronáuticas con uniformidad de instrucción en diversas ramas de la aviación civil.
Se determinó que dicho centro se estableciera en la Ciudad de México y de manera oficial se le dio vida el 28 de noviembre de 1952. Con la asistencia técnica de la OACI aportando recursos financieros, personal de instructores y asesores y la aportación de México, consistente en instalaciones, equipo de vuelo, material y herramienta y personal docente y administrativo el CIAAC inicia actividades en 1953.
El CIAAC fue uno de los mejores centros de adiestramientos del mundo y era sin duda el orgullo de nuestra nación, se capacitaban pilotos y técnicos tanto mexicanos como extranjeros a un nivel de excelencia y los egresados eran reconocidos a nivel mundial.
Las cosas fueron cambiando y después de mucho tiempo y circunstancias especiales el CIAAC fue a quedar bajo a la tutela de la autoridad aeronáutica de la antigua DGAC, hoy AFAC.
Por razones poco aclaradas y externas a los propósitos de este artículo, la capacitación de excelencia que se proporcionaba al personal del Centro dejó de ejercerse.
Por razones desconocidas las diferentes administraciones dejaron de prestarle la atención debida a la capacitación del personal que ahí labora, esto fue notorio desde que se inició la designación de directores del CIAAC contratados con fines ajenos al propio desarrollo y filosofía de trabajo de la institución.
De manera inexplicable, a través de los años el CIAAC en ocasiones no ha contado con directores en varios niveles realmente dedicados para una operación profesional y eficiente.
Todos sabemos que la capacitación es una necesidad impostergable, más vigente que nunca y que con esa intención fue creado este importante centro de adiestramiento.
Debemos decir que el esfuerzo de la mayor parte de su personal directivo en el CIAAC es de reconocerse y va más allá de simplemente cumplir con su trabajo.
En época de pandemia y con todos los problemas que ha traído, muchos se esfuerzan por poner un plus para cumplir con las demandas y trámites que cada día se acumulan.
Cabe hacer notar el esfuerzo de la directiva, sobre todo el de Rebeca Morales, quien a pesar de obstáculos tanto externos como internos (incluyendo fuego amigo), se ha dedicado a trabajar de manera profesional y preocupada haciendo todo lo necesario, con los pocos recursos con los que puede contar, para que en lo posible no se detengan o demoren los procesos que son tan importantes para la comunidad aeronáutica.
Es bien sabido que uno de los problemas en las certificaciones o verificaciones tanto a nivel nacional como internacional (auditorías) lo constituye la escasa o nula capacitación que recibe el personal que labora en el CIAAC.
De manera inexplicable algunos de los directores asignados no están haciendo el trabajo que les toca, es más, se sabe que constantemente dejan de asistir a sus oficinas o atienden la operación del centro delegando el trabajo a los subdirectores.
Espero que uno de los cambios que se logren después de la auditoría que acaba de finalizar sea poner en la lupa las actividades del CIAAC, su funcionamiento, sus recursos económicos y humanos encaminados a lograr la modernidad, con base en el uso y aplicación de nuevas tecnologías, la comunidad aeronáutica lo está exigiendo y lo merece.
Este mismo fin de año 2021 se espera otra auditoría a México pero esta ahora será por parte de OACI y esperamos que para entonces se hayan tomado medidas que pongan al CIAAC en el nivel de modernidad y eficiencia que la industria aérea en México requiere y está exigiendo.
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