A pesar de que la pandemia ha restringido de manera importante el tráfico aéreo en todo el mundo, durante el último año hemos recibido noticias de un número importante de incidentes y accidentes de aviación.
De manera especial, podemos ver que son las aeronaves pequeñas las que han tenido la mayor parte de los incidentes y desafortunadamente varios han resultado en pérdida de vidas.
Como sabemos, el 85% de los accidentes aéreos se deben a factores humanos y aún sabiéndolo y tomando medidas para minimizar sus efectos, los errores humanos se siguen cometiendo y los incidentes y accidentes continúan. ¿Por qué?
La aviación hoy más que nunca cuenta con la más alta tecnología y los aviones por lo tanto son más seguros.
Los mayores fabricantes de aeronaves comerciales diseñan aviones conbase en una filosofía también encaminada a la “doble redundancia”, por lo que la mayoría de los sistemas de los aviones modernos tienen un sistema adicional de respaldo.
Además de lo anterior, pilotos y técnicos son rigurosamente entrenados periódicamente para mantener su eficiencia y por consiguiente la seguridad operativa.
Esto no sucede con la mayoría de los aviones pequeños de las escuelas de formación de pilotos.
En México son muchos los factores que han influido, incluida la actual crisis sanitaria, para que la mayoría de las escuelas de aviación hayan pospuesto la modernización de sus respectivas flotas y, en algunos casos, también se ha visto descuidado el mantenimiento de los aviones por razones financieras con los resultados que ya sabemos.
El departamento de seguridad de AFAC es el responsable, entre otras cosas, de llevar a cabo las verificaciones sobre el trabajo que hacen las escuelas de vuelo en nuestro país.
Crisis o no crisis, no se entiende que alguna de estas escuelas pudiera operar fuera de los estándares generales establecidos por la autoridad para garantizar una flota en condiciones óptimas de vuelo e instructores calificados que garanticen la seguridad de los alumnos.
Este departamento tiene una enorme responsabilidad que debe cumplir para aumentar el nivel académico general de nuestras escuelas de aviación y, hasta hoy, debemos decir, que en algo se está fallando.
También debemos hablar del departamento de investigación de accidentes aéreos de AFAC que, tristemente, no cuenta con los recursos humanos y económicos para hacer su trabajo.
Debido a esa falta de verdaderos especialistas entrenados y certificados y del dinero necesario para realizar una investigación profesional, es que no tenemos información oficial de muchos de los incidentes o accidentes que han sufrido no solo aviones escuela de nuestro país, sino otro tipo de aeronaves, incluyendo las de ala rotativa.
Un incidente o accidente sucede, se lamenta y después de unos días se olvida y la información sobre las causas nunca se hace llegar ni a la comunidad aérea ni al público, como se debe hacer.
La investigación de un accidente no tiene como objeto buscar culpables sino encontrar las causas probables y hacer las recomendaciones necesarias para corregir lo necesario y evitar que se presenten nuevamente.
Otro verdadero dolor de cabeza ha sido, por muchos años, el departamento de licencias a personal técnico de AFAC.
La pandemia y los procedimientos preventivos y el manejo en consecuencia del personal, ha retardado todo tipo de trámites aunque no podemos dejar de reconocer el esfuerzo que hacen personas como Ramón Alcantara y su equipo para hacer el trabajo de todos los días.
Gente responsable, honesta y con actitud de servicio como ellos están haciendo un gran esfuerzo y deben ser reconocidos por su trabajo.
Hace años se formó el IMT(Instituto Mexicano del Transporte) del cual, aunque se encuentra trabajando, no se tienen muchas referencias públicas pero que bien podría ser el medio adecuado para que, de alguna manera, esta institución pudiera encontrar nuevos caminos para la regulación y agilización de los procesos de AFAC en muchas de sus áreas.
Creo que vale la pena revisar el trabajo del Instituto que bien podría ser de gran ayuda para la propia SCT en muchas de sus ramas.
Hoy más que nunca se requieren acciones concretas para resolver los problemas por los que pasa nuestra aviación.
Hoy más que nunca necesitamos en AFAC personas responsables, con experiencia, buena actitud y honestidad probada.
Hoy más que nunca se deben modernizar y agilizar todos los procesos y lograr como consecuencia lógica la disminución de la corrupción donde pueda existir.
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