
La Asociación de Prestadores de Servicios del Aeropuerto del Norte (APSADN) solicitó la intervención urgente del gobernador de Nuevo León, Samuel García, ante la crítica situación que enfrenta la terminal. A esta petición se sumó una carta firmada por trabajadores del aeropuerto.
En el documento, la APSADN advierte que la problemática pone en riesgo la seguridad operacional, el desarrollo económico del estado y el sustento de cientos de familias pues señala que desde que la administración del aeropuerto pasó al Grupo Aeroportuario Olmeca-Maya-Mexica (GAFSACOMM), señalan, se han tomado decisiones que amenazan más de 600 empleos directos y numerosos puestos indirectos ligados a servicios aeronáuticos, mantenimiento, transporte y logística.
Detalló que la también se ha puesto en riesgo la seguridad operacional del aeropuerto, debido a acciones administrativas que no siguen las mejores prácticas de la aviación civil nacional e internacional, así como a la actividad aérea foránea, ya que muchas aeronaves y operadores privados han optado por aterrizar en otros aeropuertos, ante las condiciones adversas impuestas por la nueva administración del ADN.
La APSADN precisó que el Aeropuerto del Norte no es una instalación militar; es un activo estratégico de todos los neoleoneses.
“Es el punto de llegada de inversionistas nacionales e internacionales, empresarios y visitantes que aportan a la economía de nuestro estado. Por ello, es fundamental que se les reciba con calidad, eficiencia, y una visión de desarrollo, y no con políticas restrictivas, burocráticas, castrenses o arbitrarias”, precisó.
Destacan responsabilidad es del estado
La APSADN precisó que el terreno donde se encuentra ubicado el Aeropuerto del Norte pertenece a Nuevo León, “y es responsabilidad del Estado velar por su aprovechamiento en beneficio de sus ciudadanos.
“Las ciudades más prósperas del mundo crecen gracias a sus aeropuertos. En ese sentido, el Gobierno del Estado debe asumir un rol activo en la administración y operación del aeropuerto, en conjunto con los actores locales del sector aeronáutico”, indicó.
Por ello, en la carta se puntualizó que es indispensable impulsar y proteger los negocios de aviación que generan valor agregado y empleos calificados, tales como escuelas de aviación, talleres aeronáuticos, centros de reparación, capacitación técnica, logística y servicios complementarios.
Detalló que estos sectores representan una oportunidad real de crecimiento económico para Nuevo León y no deben verse amenazados por decisiones centralistas o ajenas a los intereses locales.
Contratos, tarifas y la viabilidad económica de los servicios aeronáuticos
La comunidad de trabajadores del Aeropuerto del Norte denunció públicamente la imposición de contratos unilaterales con vigencias de apenas dos o tres años, así como incrementos de renta desproporcionados, que van del 500% al 700%, en comparación con tarifas históricas.
También señalaron cobros por conceptos inexistentes o sin sustento técnico o legal, lo que genera un entorno insostenible para los prestadores de servicios. Esta incertidumbre jurídica y financiera, advirtieron, les impide acceder a financiamiento, firmar contratos a largo plazo o planear inversiones con socios internacionales.
Es decir, añadió el documento, se bloquea su desarrollo y se pone en riesgo su permanencia. “Los propios trabajadores del aeropuerto -mecánicos, pilotos, despachadores, personal administrativo- comparten esa incertidumbre. Saben que sus empleadores sólo tienen contratos por dos años, sin ninguna garantía de renovación.
“Esta situación erosiona el ánimo, la estabilidad y la calidad del trabajo, generando un clima de inseguridad que impacta directamente en la operación”, añadió la misiva.
Este tipo de decisiones, tomadas sin análisis de impacto, sin diálogo con los afectados y sin considerar la dinámica de la aviación general, dañan no sólo a los prestadores, sino al ecosistema completo del aeropuerto.
En tanto, la Asociación recordó que los tratados internacionales, así como las mejores prácticas reconocidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y los marcos normativos de países desarrollados, coinciden en que la gestión de los aeropuertos debe estar en manos de los actores locales, quienes conocen las necesidades reales del entorno y son los principales promotores de inversión y desarrollo.
Por ello, esta Asociación solicitó la “pronta, urgente y decidida” intervención para evaluar y revertir las decisiones que están afectando la operación normal del Aeropuerto del Norte.
Así como exigir a la empresa asignataria -GAFSACOMM- un cambio radical de rumbo en su forma de administración; además de incorporar al Gobierno del Estado en la toma de decisiones y supervisión de la operación del aeropuerto, además de defender los derechos fundamentales de trabajadores, empresarios y usuarios de esta infraestructura estratégica y promover una política estatal de impulso a la aviación civil y su industria asociada.
Por ello, la APSADN confió en la acción de parte del gobernador de Nuevo León, para asegurar que el Aeropuerto del Norte siga siendo un motor de progreso, inversión y bienestar para todos los nuevoleoneses.
Como se recordará, el año pasado, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes asignó el Aeropuerto Internacional del Norte, al GAFSACOMM.
Postura de la comunidad de trabajadores
Por su parte, la comunidad de trabajadores del Aeropuerto del Norte manifestó, a través de una extensa carta, su postura en torno a lo que pasa en esta terminal aérea. La comunidad de trabajadores del Aeropuerto del Norte expresó su preocupación por la situación actual de la terminal aérea y defendió el legado construido durante más de cinco décadas. En una carta pública, destacaron que toda la infraestructura ha sido desarrollada con recursos y esfuerzos del sector privado, sin apoyo gubernamental, y ha contribuido a la formación de talento y generación de empleos en Nuevo León.
Subrayaron el orgullo por lo edificado, incluidas instalaciones universitarias impulsadas por operadores y prestadores de servicios, y pidieron garantizar la continuidad del modelo que ha dado estabilidad al aeropuerto.“Hoy vivimos una etapa de incertidumbre que ha desviado la atención de quienes trabajamos aquí, impidiéndonos concentrarnos en lo que sabemos y debemos hacer, operar con seguridad. Esta distracción representa un riesgo para la seguridad operacional y para la continuidad misma de nuestras actividades”, aseveró.
“Muchas personas han invertido su patrimonio para establecer negocios en el aeropuerto. Ellas han creado empleo y desarrollo. Pero hoy enfrentan incertidumbre jurídica, económica y operativa. Pareciera no entenderse que los prestadores de servicios son parte esencial de la operación aeroportuaria: no son visitantes, son socios solidarios del concesionario en la responsabilidad de que el aeropuerto funcione”, precisó la carta.En la misiva, firmada por los trabajadores de este aeropuerto, denunciaron que tampoco se reconoce que los usuarios -dueños de aeronaves y pasajeros- son quienes pagan por los servicios y, por tanto, quienes sostienen la operación del aeropuerto.
Si la calidad de los servicios decae o se distorsiona su naturaleza, estos usuarios buscarán otras opciones, como el Aeropuerto de Monterrey o el de Ramos Arizpe, lo cual ya está ocurriendo.
Preocupa falta de conocimiento de quien maneja el aeropuerto
Asimismo, añadió la carta, se ha demostrado una preocupante falta de conocimiento sobre cómo opera la aviación general a nivel internacional, ya que se confunde seguridad militar con seguridad operacional civil, aplicando criterios que no corresponden a un aeropuerto de aviación general.
“Aquí los usuarios no son desconocidos: son los propios dueños de las aeronaves. La aplicación de controles que no responden a un riesgo real, y que distorsionan la percepción del aeropuerto como si fuera un punto de amenaza, ha ahuyentado a operadores nacionales y extranjeros”, alertó.
Precisó que el aeropuerto es una infraestructura estratégica para el crecimiento económico regional. Cuando se pretende que opere con fines de lucro sin considerar su naturaleza, se distorsiona su función y se generan efectos negativos: disminución de operaciones, pérdida de competitividad, concentración de poder en unos cuantos, y eventualmente, el cierre de negocios y empleos.
Los aeropuertos deben ser operados por personas con experiencia y profundo conocimiento del entorno local. Su gestión debe orientarse al desarrollo, a la eficiencia, y al bienestar de la sociedad.
La aviación no puede ni debe gestionarse de manera improvisada; es una actividad compleja y de altísima responsabilidad. “Miles de vidas dependen de que todos hagamos nuestro trabajo de la mejor manera. Cualquier distracción, cualquier incertidumbre económica o laboral, puede tener consecuencias catastróficas”.Ante esto, hacen un llamado a las autoridades de los tres niveles de Gobierno para que apoyen la continuidad y fortalecimiento del Aeropuerto del Norte. No se trata de destruir lo construido con tanto esfuerzo, sino de seguir generando bienestar y empleo.
“Luchemos todos por profesionalizar, por evitar la competencia desleal, por apoyar a las autoridades responsables, por autorregularnos y por construir en colectivo”, expresó.
Facebook comments