General Carlos Antonio Rodríguez Munguía
Director de AFAC
P R E S E N TE
Distinguido General Rodríguez Munguía
Durante 45 años como piloto comercial, he tenido todo tipo de experiencia en mi trato profesional con diferentes agencias de aviación en México, Turquía y la India, las cuales debo decir se distinguen por un servicio burocrático que lo obstaculiza todo y que ha llevado a un punto de atraso a la industria aérea de los países a donde pertenecen.
Existen muchas otras agencias de países que tienen el mismo problema como en África, pero no tienen una aviación que, a pesar de la grave crisis, sigue activa y en vías de recuperación como es el caso de la aviación civil en México.
La crisis sanitaria que vivimos ha afectado terriblemente a nuestra industria aérea y desde luego, la AFAC, como todas las instituciones, ha resentido el grave problema que ahora la tiene prácticamente paralizada.
Existen miles de trámites pendientes solo en los departamentos de licencias, medicina del transporte y exámenes de certificación para pilotos en el CIAAC, entre otros departamentos de la Agencia igualmente importantes.
La AFAC sufre hoy de falta de recursos económicos suficientes para cumplir su labor y desde luego falta personal preparado, eficiente y con actitud de servicio.
No sería justo generalizar y hay que aceptar que dentro de la AFAC laboran algunas personas que cada día se esfuerzan por hacer bien su trabajo, pero el elefante burocrático que deben mover es verdaderamente pesado.
Con todo respeto, le puedo asegurar que se va a encontrar con una Agencia que se ha convertido en un verdadero zombie, un ente prácticamente en coma, ineficiente, sin recursos, sin metas claras ahogándose en la tramitología y la rampante burocracia, a pesar de los esfuerzos de algunos que usted seguramente podrá reconocer en el futuro.
La pandemia y las consecuencias que hoy vivimos deberían obligar a nuestra AFAC a buscar nuevas formas y estrategias para poder realizar el trabajo con eficiencia y rapidez, aprovechando las nuevas tecnologías a distancia con las cuales se pueden resolver la mayor parte de los problemas y todo tipo de trámites, que incluyen exámenes de certificación en línea por parte del CIAAC como se hace en países del primer mundo en donde, por cierto, las ventanillas para hacer trámites y la necesidad de presentar originales y copias y más copias de todo tipo de documentos prácticamente ya no existen.
Usted sabe bien que en aviación quien piensa al día ya piensa atrasado y que en la industria aérea, las consecuencias de la falta de acción siempre se pagan.
Nuestra aviación comercial busca desesperadamente nuevas formas para lograr sobrevivencia, pero la tramitología y burocracia en AFAC tiene a los profesionales actuales futuros atados de manos.
Muchas tramites están detenidos, las escuelas de aviación del país se encuentran al límite de su supervivencia.
Hoy existen cientos de licencias de pilotos comerciales vencidas desde hace meses, al igual que sus certificados médicos y aunque hay una prórroga hasta el mes de junio, estos vencimientos se siguen acumulando.
No quiero ni imaginar un incidente o un accidente de una aeronave mexicana en espacio aéreo extranjero y que la investigación correspondiente pudiera arrojar documentación vencida de alguno o de todos de los tripulantes, o que alguno pudiera encontrarse trabajando enfermo, sin el control correspondiente por parte la autoridad de AFAC.
Este problema es uno que ya miran detenidamente y muy de cerca las agencias extranjeras como la FAA de Estados Unidos, la cual nos tiene sujetos a auditorías periódicas y en las que no siempre nos va bien.
No se ve cómo AFAC pueda dar cumplimiento, una vez llegado al término de dicha prórroga, a los exámenes médicos de cientos de pilotos que están en espera de ser examinados o a los trámites de obtención, revalidación, convalidación, o recuperación de licencias a personal técnico.
Una posibilidad sería la recontratacion de los médicos especialistas que funcionaron a buen nivel para realizar exámenes médicos a personal técnico aeronáutico y que fueron retirados con acusaciones muy serias de las que nunca se presentaron pruebas.
Nuestra AFAC está sujeta a reglamentos hechos en la década de 1960 y esos reglamentos tan antiguos, junto con la falta de decisiones ejecutivas al interior de la propia Agencia, están siendo un gran obstáculo para el desarrollo de escuelas y academias de vuelo, para aviación corporativa y desde luego, para la aviación comercial en nuestro país.
Señor director,
Quiero creer que una persona como usted, con su formación como piloto aviador, con su historia profesional e importante currículum, acostumbrado a los retos y a enfrentarlos con eficiencia, rapidez e inteligencia, podría traer nuevos aires y nuevas formas de hacer las cosas dentro de AFAC.
Nuestra aviación necesita ayuda para sobrevivir y el activo más importante que tienen nuestras escuelas y aerolíneas son los miles de profesionales en formación y actuales, que hoy más que nunca requieren de una autoridad aeronáutica que rija su trabajo, pero con nuevas reglas y con procedimientos basados en la tecnología moderna para asegurar que sean rápidos y eficaces.
Serán muchos los problemas que deberá usted resolver, y uno de ellos es sin duda, lograr que llegue a su escritorio la información cruda, sin matices, real y verdadera de la situación en los diferentes departamentos que componen AFAC.
Para poder solucionar un problema es necesario primero conocerlo y todos esperamos sinceramente que usted sea la persona adecuada para hacer la tarea.
De su trabajo depende el futuro de miles de profesionales y de una industria aérea que en muchos países es considerada como una cuestión de seguridad nacional por todo lo que implica.
Con mis mejores deseos por su bienestar familiar y éxito profesional, lo saludo cordialmente.
Cap. Francisco M. McGregor
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