Hace una días trascendió en las redes sociales que el doctor Conesa, director general de Aeroméxico cabildeó (en una noticia sin confirmar) con las cámaras la posibilidad de cambios al artículo 32 de nuestra Constitución.
Personalmente no le doy mucho crédito a la noticia como tal y creo que alguien se equivocó porque el artículo 32 constitucional dice a la letra:
LOS MEXICANOS SERÁN PREFERIDOS A LOS EXTRANJEROS EN IGUALDAD DE CIRCUNSTANCIAS, PARA TODA CLASE DE CONCESIONES Y PARA TODOS LOS EMPLEOS, CARGOS O COMISIONES DEL GOBIERNO EN QUE NO SEA INDISPENSABLE LA CALIDAD DE CIUDADANO".
De acuerdo a este artículo solo se estaría hablando de preferencias entre nacionales y extranjeros, en igualdad de condiciones de trabajo, y se refiere a cargos y comisiones en el gobierno, por lo que es muy extraño que se pudiera haber hecho hablando sobre una empresa privada como es Aerovías de México, sin embargo, cuando el río suena...
Está establecido en la ley que sólo ciudadanos mexicanos por nacimiento pueden trabajar al mando de aeronaves y embarcaciones con matrículas de nuestro país, pero (siempre hay un pero) el futuro podría traer sorpresas para quienes hoy trabajan en la industria aérea porque ya sabemos que en nuestro país todo es posible, todo se puede y todo se acomoda a los intereses en turno.
Ya se ha hablado, se sigue hablando y se va a hablar mucho más todavía sobre la falta de pilotos que se viene en el futuro cercano, y que ya empieza a notarse en muchas partes del mundo.
Ante esa necesidad de pilotos calificados no sería extraño que los empresarios mexicanos siempre listos ante la menor oportunidad hicieran lo posible en combinación con nuestra patriótica clase política para cambiar las leyes, y encontrar la manera de contratar pilotos extranjeros para volar aviones de aerolíneas comerciales mexicanas.
¿Esto parece Imposible? Pues no tanto.
En muchos países del planeta, en donde debido a su cultura y sus estrictas reglas y políticas sobre la industria aérea, hubiera sido poco menos que imposible e impensable ver pilotos extranjeros volando aviones nacionales, hoy mismo ya es una realidad y somos, por cierto, cientos de pilotos que hemos trabajado como extranjeros para aerolíneas internacionales de todo el mundo y que somos la prueba contundente de ese proceso y de esa realidad.
Países como Vietnam, India, Turquía, los Emiratos Árabes, la mismísima conservadora Rusia, muchas otros europeos, asiáticos, e incluso del continente americano han modificado sus leyes, reglamentos y políticas aéreas para permitir la contratación de pilotos extranjeros calificados provenientes de todo el mundo, para poder asegurar el crecimiento de sus respectivas aerolíneas, y no solo eso, también los contratan para trabajar hasta los 65 años de edad, y no sería lejano que en México pudiera suceder lo mismo, aunque hoy nos pudiera parecer imposible.
Desafortunadamente a muchos profesionales de la aviación de estos días en México les cuesta trabajo darse cuenta (o prefieren no hacerlo) de lo que sucede alrededor del mundo, y de los graves problemas que pueden venir como consecuencia de la globalización y el crecimiento explosivo de la industria.
México no es una isla y tiene una industria aérea que, a pesar de sus problemas y de la falta de una política de estado adecuada, empieza a ser exitosa, en constante crecimiento y que busca y que está encontrando importantes sinergias y sociedades, lo que la está lanzando a la competencia mundial por lo que ineludiblemente deberá ajustarse a las nuevas reglas.
Los tiempos cambian y la industria aérea se mueve y progresa a una velocidad impresionante en todo el planeta, y sería un error no mirar hacia el futuro para actuar en consecuencia, después de todo, en aviación quien piensa y actúa al día ya está atrasado.
Nuestros profesionales de esta generación no se dan cuenta que los de siempre (persiguiendo los intereses de siempre) muy silenciosamente ya están metiendo las manos para tratar de modificar artículos en la Ley Federal del Trabajo como el derecho a huelga, entre otros, y también a la Ley del IMSS, más los que se puedan acumular en los meses por venir.
Desafortunadamente, instalados en la zona de confort, muchos parecen caer en la negación o la incredulidad como si se tratara de una enfermedad grave.
Me parece que la nueva generación de profesionales de la industria aérea en México debería ser más proactiva y no sólo reactiva, y ya debería estar pensando en cómo actuar para resolver éste y otros problemas cuando pudieran llegar a presentarse... más vale poner la red antes de subirse al trapecio.
A pesar de lo anterior, hay que decir que el asunto también tendría un lado bueno porque, en caso de que en un futuro quisiera buscarse la contratación de pilotos extranjeros, los empresarios, para atraerlos, tendrían que ir pensando en pagar los altos sueldos internacionales equivalentes en dólares y condiciones contractuales iguales a los que se ofrecen en el otro lado del mundo, lo cual tendría que ser desde luego en igualdad de condiciones para extranjeros y para mexicanos, de lo contrario, significaría prender la hoguera laboral más grande en la historia de la aviación en México.
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