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16/11/2024

ASPA-Aeroméxico: la misma historia

Francisco M. M… / Jueves, 30 Junio 2016 - 10:36

Un nuevo conflicto laboral ha surgido entre ASPA y Aeroméxico, y problemas de este tipo se presentan de manera periódica. A pesar de las consecuencias, parece que la administración de la aerolínea más importante de México no acaba de comprender el valioso activo que representa su planta de pilotos, y por su parte el sindicato no acaba de comprender que llevar a cabo las mismas acciones de siempre para resolver los problemas laborales sólo puede traer los mismos resultados.

Ésta es la misma secuencia que he visto durante muchos años:

Los pilotos se quejan oficialmente ante la empresa por incumplimiento de cláusulas contractuales, después de varios meses de acumulación de problemas y reclamaciones sin respuesta por parte de la administración que aparentemente no ve y no oye.

Ante el silencio de la administración, el sindicato entra en una etapa de juntas y asambleas generales para decidir estrategias de lucha, y al final se decide la de siempre, un "apego a manuales" para obligar a la administración a sentarse a la mesa de negociaciones.

En algún punto, comienzan las acusaciones cruzadas por ambas partes y acto seguido la administración provoca a los pilotos iniciando una guerra sucia en los medios y culpándolos de todo lo que se puede imaginar.

Las acciones de "apego a manuales" (a paso de tortuga pues) por parte del sindicato se llevan a cabo con la consiguiente afectación por demoras y cancelaciones de vuelos a la aerolínea pero, por otro lado, hay que decir que también afectan el buen nombre del sindicato y el de los pilotos y desde luego, se afecta a miles de pasajeros.

Después de un par de semanas de jaloneo entre ambas representaciones, de retrasos en salidas y llegadas y de cancelaciones llega un acercamiento vía telefónica al más alto nivel entre administración y sindicato, y los pilotos regresan al trabajo "normal", como una muestra de buena voluntad, al fin las partes se sientan a negociar.

Ante la incertidumbre de los pilotos y la aparente preocupación de las administraciones, pasan algunos días hábiles en pláticas pero al final éstas se rompen, y no es posible alcanzar un acuerdo.

Acto seguido, los pilotos se manifiestan públicamente y deciden hacerlo portando el uniforme e insignias que representan a la aerolínea con la que están en conflicto.

La guerra sucia que invariablemente llega por parte de la empresa se convierte en una guerra más sucia que antes, y se aprovechan los medios para que los administradores pongan a su aerolínea en la posición de víctima de la injusticia sindical, dejando claro que ceder a las demandas afectaría la viabilidad de la compañía, o sea, sale a relucir el fantasma de Mexicana de Aviación y otras más, y esto justo en el momento en que la empresa presume de los mejores números y crecimiento de su historia.

La dirigencia sindical también refuerza su presencia en los medios, en donde públicamente se deslinda de cualquier responsabilidad en el conflicto.

Después de largos días de negociación y cuando parece que el conflicto laboral va a escalar, se abre de nuevo la mesa de pláticas y finalmente se llega un "arreglo" entre las partes, definiendo los puntos que requieren la atención por parte del sindicato, y la promesa escrita de arreglarlos por parte de la empresa.

Un apretón de manos, todos contentos y cada quien para su casa.

Un mes después, la base de aviadores se da cuenta de que los arreglos son letra muerta porque los compromisos firmados por los administradores simplemente no son respetados.

En ese punto, la aerolínea ha regresado a su operación normal y la administración nuevamente vuelve a su antiguo método de tratar de hacerle la vida de cuadros a sus pilotos cada vez que tiene una mínima oportunidad, y a través de todos los canales y formas que puede encontrar.

Los pilotos también continúan con su operación "normal", pero se sienten engañados y trabajan frustrados, descontentos, tristes y enojados .

Regresan a instalarse en la antigua moda de la queja constante, hasta que encuentran una nueva oportunidad de hacer una asamblea para tratar (otra vez) los puntos referentes al incumplimiento de cláusulas laborales y/o revisiones de contrato para repetir el mismo ciclo y las mismas estrategias sindicales, provocando las mismas respuestas de la administración una o dos veces cada año, aproximadamente.

En el caso del conflicto ASPA-Aeroméxico, ¿quién gana y quién pierde con la aplicación de este tipo de estrategias entre ambas partes? Yo creo que pierden ambos, y pierden mucho.

Reflexionando sobre la actuación del sindicato de pilotos debo decir que no conozco que en otras partes del mundo haya, para resolver los problemas contractuales con las aerolíneas. una estrategia tan manoseada, conocida, predecible y al final quizá poco efectiva y muy riesgosa, como la de "apego a manuales" (con la que nunca estuve de acuerdo) y que se usa para resolver cualquier conflicto laboral.

Se pensaría que es justamente el apego a manuales y procedimientos la forma profesional y ética como se deben conducir las operaciones aéreas a diario y no cuando se quiere utilizar como arma de lucha sindical.

Todos los días vemos que donde hay conflictos de este tipo, los pilotos deciden llevar a cabo acciones legales y de presión sindical diferentes para resolverlos, sin medias tintas, sin colocarse en posiciones de riesgo y muchas de ellas son impredecibles, y también muy imaginativas y exitosas.

Personalmente me sorprende ver que algunos en ASPA y otros en Aeroméxico no aprenden de las numerosas experiencias del pasado sobre este tema. Los problemas laborales son siempre por las mismas razones, desde hace años, y creo que sería sano buscar la manera de resolverlos de formas más imaginativas, tomando en cuenta los nuevos tiempos.

Con todo respeto debo decir que las estrategias que se usan una y otra vez por parte del sindicato ya están muy vistas, los administradores las anticipan y están preparados, las tienen consideradas y al final acaban por no funcionar del todo, dejando las cosas casi igual.

Haciendo las cosas así, los asuntos se resuelven solo temporalmente, los administradores se aprovechan y la mayor parte de las veces todo se resuelve a cambio de "espejitos", y una buena dosis de bla bla bla... hasta que los mismos problemas se vuelven a acumular y se encuentra la siguiente oportunidad para reiniciar el ciclo.

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