Ha llegado a mis manos una carta escrita por un piloto de la aerolínea InterJet dirigida a todos sus colegas de la empresa y por supuesto conocida por la administración.
En ese documento, muy extenso y bien explicado, este piloto –quién desde luego ya fue separado de su puesto por haberse atrevido a escribirla– , trata de hacer conciencia entre los aviadores de la planta sobre un buen número de violaciones contractuales, incumplimientos de convenios, cláusulas que han sido firmadas sin la aprobación y a veces sin el conocimiento y votación de la mayoría en una asamblea sindical; todo hecho en combinación entre algunos representantes de la planta, los directivos y un sindicato blanco.
InterJet llegó a ser la segunda aerolínea más importante de México pero ha caído al tercer lugar en número de pasajeros transportados, y eso se puede deber a muchas razones, pero una de ellas no es, desde luego, la mayoría de sus trabajadores, quienes hacen su trabajo de forma efectiva, eficiente y profesional.
En el caso de los aviadores, ellos vuelan aviones y no venden boletos, no deciden itinerarios ni frecuencias, no son expertos en finanzas, mercadotecnia o publicidad, así es que en todo caso hay que buscar las causas de los problemas de productividad en otra parte, como por ejemplo, en algunos niveles de la administración, y no en las cláusulas contractuales de los aviadores.
¿Crecimiento sin planeación? ¿Desorganización operativa? ¿Ineficiencia administrativa?... como sea, (y no lo digo yo sino muchos de sus propios pilotos que desean permanecer en el anonimato) los aviadores siguen recibiendo el maltrato de la administración empezando con los requisitos y las formas durante el proceso de admisión que llegan a pasar hasta por la obligación para el aviador de conectarse a un detector de mentiras.
Uno de los aspirantes no fue aceptado después de pasar exámenes por el simple hecho de ser abogado, además de piloto comercial...o sea, ¿mientras menos preparados mejor?
Parece que las aerolíneas tienen en mente tres cosas por encima de todo: el silencio de los trabajadores, la productividad y las ganancias económicas, pero me parece que no han entendido la importancia de comunicarse, que la productividad no es hacer que sus pilotos trabajen al límite máximo, y que ganancias económicas no es tratar de pagarles menos.
El piloto de cualquier aerolínea del mundo hace el mismo trabajo. Hay reglas generales que ya son internacionales y que limitan horas de vuelo, de jornada, de vuelos nocturnos, entre otros aspectos.
Por otra parte, existen los limites contractuales que son establecidos y firmados de acuerdo al tipo de operación específica de cada aerolínea y que deben ser respetadas, sin embargo, en la actualidad las diferentes administraciones tratan de ir más allá y quieren "estirar la liga" hasta límites que podríamos llamar excesivos, provocando enojo, inconformidad y fatiga en los tripulantes, lo que es una mala combinación si además se los pone a volar al mando de un avión repleto de pasajeros.
Éste es el caso de InterJet, de acuerdo a lo dicho por algunos de sus propios pilotos, pero lo peor de todo es que se hace entre la administración y un sindicato a modo… para la empresa, claro.
¿Que habrá en la mente de un administrador que no registra y computa la información de que el clima laboral que está propiciando no es el adecuado y que eso va en contra de sus intereses y del propio éxito de la empresa?
¿Por qué le resulta tan difícil reaccionar y darse cuenta de que los pilotos no son sus enemigos sino una parte valiosa e importante de sus activos que es necesario cuidar porque se ha invertido mucho dinero y trabajo en ellos?
¿Por qué no se dan cuenta de que aunque a algunos no les guste, finalmente es el piloto quien está encargado de darle vueltas a la manivela de la máquina de hacer billetes, por el sólo hecho de ser el responsable de acuerdo a la ley de tomar la última decisión en todo lo referente al vuelo?
¿Sabrán en los altos niveles ejecutivos que cuando el piloto ocupa su asiento en la cabina puede estar dispuesto a darle vueltas a esa manivela a una velocidad y con una eficiencia sorprendentes en beneficio de la aerolínea también, si así lo quiere, puede hacerlo de forma verdaderamente lenta y desesperante con el consiguiente perjuicio?
La administración debiera preocuparse por crear una buena relación y un buen ambiente laboral.
El respeto, la buena comunicación, el trato considerado, el reconocimiento al esfuerzo de todos los días, la tolerancia, la honestidad a la hora de una negociación, la construcción de puentes, la motivación para lograr en la planta de trabajadores de todas las áreas un verdadero sentido de pertenencia (¡cariño por su empresa, pues!) son los aspectos que hacen que una aerolínea de transporte comercial de pasajeros alcance el éxito... y si no lo creen, revisen las estrategias administrativas y directivas de Sir Richard Branson, quien entiende, comprende y acepta que todas sus exitosas empresas incluyendo su aerolínea VIRGIN tienen como su más valioso activo a todos sus trabajadores y los trata en consecuencia.
Una parte importante para lograr el éxito de InterJet entre otras cosas serán las actitudes y relaciones laborales entre la administración y sus trabajadores que de un tiempo para acá se han visto deterioradas.
Me parece que quienes dirigen InterJet Todavía están a tiempo. Es vital mejorar esa relación laboral que impacta siempre de forma directa en la eficiencia operativa, en la puntualidad, en la confiabilidad y en la seguridad. De lo contrario podría traer como consecuencia que en el futuro no muy lejano la aerolínea pueda ver a sus pilotos bien preparados, entrenados y con experiencia abandonar sus puestos de trabajo para buscar mejores horizontes (con sus enemigos comerciales), o quizá, si se arman con los elementos necesarios en la fabricación del rompope, vayan a buscar el cobijo y el equilibrio necesario en la relación laboral bajo la representación de un sindicato que no sea uno "charro" o de empresa.
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