Pasar al contenido principal
26/12/2024

La famosa carta de Volaris

Francisco M. M… / Jueves, 14 Enero 2016 - 10:01

La carta que los pilotos de Volaris enviaron el mes pasado a Enrique Beltranena, su director general, ha causado revuelo en la industria y seguramente también ha llamado a la reflexión y a la preocupación de no pocos administradores de las aerolíneas mexicanas y desde luego también de algunas autoridades federales que ya han pelado los ojos.

La carta en cuestión contiene una serie de demandas por demás justas, nada fuera de una realidad que ya debería haber sido reflexionada y tomada muy en cuenta por la dirección de la aerolínea desde hace tiempo y que no debió relajarse desde un principio por parte de sus pilotos.
No voy a ahondar en las peticiones de los aviadores pero es importante destacar que todas tienen que ver con la creación de las condiciones de trabajo y prestaciones contractuales adecuadas a la realidad actual en la industria, tan simple como eso.

Es importante pensar en lo que se ve venir en el futuro cercano dada una apertura (guerra diría yo) de cielos muy bien disfrazada en la que las administraciones de las diferentes aerolíneas van a tener que mirar el negocio de manera muy diferente para sobrevivir en un entorno de competencia muy dispareja y en la que sus trabajadores van a jugar un papel vital.

Como piloto comercial por más de cuatro décadas he aprendido mucho sobre las consecuencias de la falta de comprensión y compromiso de algunas personas que miran a la industria aérea de una forma que no debería ser, o sea exclusivamente con signo de pesos y centavos: ganancias y pérdidas.

No son pocas las aerolíneas en el mundo que logran éxito pero las que mejor funcionan y las que más dinero hacen son aquellas que le dan importancia y cuidan a su mejor activo que son sus trabajadores y entre ellos a sus pilotos.

Como un simple ejemplo, personalmente y respetando opiniones, creo que Virgin America es por mucho la mejor aerolínea de Estados Unidos, en sus aviones he acumulado una buena cantidad de millas como pasajero frecuente.

Su dueño, Sir Richard Branson, ha sabido cuidar de manera inteligente las condiciones de trabajo de sus pilotos haciendo gala de liderazgo para lograr el éxito de sus empresas iniciadas en Londres y convertidas ahora en un grupo de exitosos negocios que van más allá de la aviación y que ya incursionan incluso en los vuelos orbitales.

"No es necesario cuidar de tus clientes, cuida a tus empleados y ellos se encargarán de cuidar a esos clientes"...este es el lema de Branson cuando se refiere a sus trabajadores en todos los niveles.

El tiempo y el trabajo de un empleado se puede pagar con dinero pero con nada se puede pagar su esfuerzo o su lealtad, y Virgin America tiene empleados a quienes se les ve en los ojos, en su atención, en sus acciones y en su trato un gran cariño por su empresa.

Tienen sentido de pertenencia y un compromiso por lo que hacen, y eso no es otra cosa que el resultado de ese trato justo y el cumplimiento de los compromisos laborales por parte de la administración; el resultado: Branson tiene empresas muy exitosas.

En México, la ceguera o la falta de experiencia y comprensión de muchos administradores han dado al traste con muchas aerolíneas comerciales que prometían alcanzar niveles importantes de éxito, y otras como Mexicana de Aviación quien lo tuvo y lo mantuvo por muchas décadas.

Metafóricamente hablando, yo veo a una aerolínea comercial como una pequeña máquina de hacer billetes: hay uno que la ideó, hay otro que la diseñó y fabricó, hay otro que la compró, otro que le pintó el emblema, otro que la administra, etcétera; pero entre todos esos hay solo uno y uno solo que le da vueltas a la manivela para que salgan los billetes y ese es el piloto aviador tras los controles, de él y solo de él depende la velocidad a la que salen esos billetes porque es él quien tiene la mano en la manivela y decide con cuantas ganas le da vuelta y puede hacerlo para que salgan muchos y pronto ...o a la velocidad del cangrejo, muy despacio y hasta para atrás.

Bien harían los dueños y administradores de Volaris en atender las justas demandas de sus pilotos para evitar retrocesos y lograr llevar al éxito a su empresa ...y bien harían los pilotos en recordar lo que es necesario tener atrás de las barras del uniforme y abajo del cinturón (que por cierto sirve para la elaboración del rompope), para que su trabajo sea reconocido, considerado y debidamente remunerado.

La historia de la aviación en nuestro país da cuenta de grandes éxitos y rotundos fracasos, en esta industria quien piensa al día ya va atrasado, así es que es importante actuar pronto, del esfuerzo de unos y de la lealtad de los otros depende volar al éxito o caer en el desplome.

Facebook comments