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23/12/2024

Los desafíos del régimen jurídico del espacio ultraterrestre

Fermín Romero / Jueves, 30 Marzo 2023 - 00:34

El derecho espacial internacional es un conjunto de principios y normas jurídicas que rigen el uso y la exploración del espacio ultraterrestre. A medida que la exploración del espacio y las actividades comerciales se incrementan -en la era del New Space-, surgen nuevos desafíos que ponen de manifiesto la urgente necesidad de actualizar y adaptar el Derecho espacial internacional vigente, para regular las crecientes actividades por parte de los entes privados y gubernamentales. 

Las licencias, reglamentos y marcos jurídicos en el espacio ultraterrestre se refieren a las normas y directrices que rigen las actividades de las entidades gubernamentales y privadas en el espacio. A medida que más países y empresas privadas se interesan por la exploración espacial y las actividades comerciales, se hace necesario el establecimiento de un marco jurídico acorde a la velocidad de las innovaciones científicas y tecnológicas, propias del desarrollo espacial que garantice que todas las partes cumplan con las leyes y normativas internacionales.

La concesión de licencias en el espacio ultraterrestre, se refiere al proceso de obtener permiso de las autoridades competentes para llevar a cabo actividades específicas en el espacio. Por ejemplo, una empresa que quiere poner un satélite en órbita, debe obtener una licencia del país en el que esté registrada y cumplir las normas establecidas por los organismos internacionales especializados, como son la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (UN COPUOS).

Las empresas privadas desempeñan un papel cada vez más relevante en la exploración del espacio y las actividades comerciales. Ante esta realidad insoslayable, el Derecho espacial internacional actual no aborda adecuadamente las cuestiones jurídicas específicas que plantean las actividades espaciales de las grandes empresas privadas, ampliamente conocidas.

Por su parte, la reglamentación espacial, se refiere a las reglas y normas que rigen la realización de actividades en el espacio. Estos reglamentos abarcan una amplia gama de actividades, como el lanzamiento, las operaciones en órbita, la reentrada y el uso de los recursos espaciales. Los reglamentos son elaborados por organizaciones internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas para los Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), así como por organismos reguladores nacionales, por ejemplo, la Administración Federal de Aviación (FAA), en el caso de los Estados Unidos, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y la Agencia Espacial Mexicana (AEM), en el caso de México. 

De conformidad con el derecho Internacional y el derecho espacial -codificado en el seno de las Naciones Unidas, en el marco de la guerra fría-, en particular, los marcos jurídicos espaciales se refieren al conjunto de leyes que se aplican a las actividades en el espacio ultraterrestre. Estas leyes están diseñadas para garantizar que las actividades espaciales se lleven a cabo de forma pacífica y responsable, y que cumplan las leyes y normativas internacionales. El marco jurídico del espacio exterior incluye los cinco tratados que conforman el Corpus Iuris Spatialis, como son: el Tratado sobre los Principios que deben Regir las Actividades de los Estados en la Exploración y Utilización del Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y Otros Cuerpos Celestes de 1967, considerado la Carta Magna del Espacio; el Acuerdo sobre el Salvamento y la Devolución de Astronautas y la Restitución de Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre de 1968; el Convenio sobre la Responsabilidad Internacional por Daños Causados por Objetos Espaciales de 1972; el Convenio sobre el Registro de Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre de 1976; y el Acuerdo que Debe Regir las Actividades de los Estados en la Luna y Otros Cuerpos Celestes de 1979, en vigor desde 1984,  que establecen los principios básicos del derecho espacial y rigen el uso de los recursos espaciales, entre otros asuntos. Además, incluye leyes y reglamentos nacionales -como los Acuerdos Artemisa de la NASA-, que rigen las actividades de entidades privadas y gubernamentales en el espacio.

El New Space y la nueva carrera espacial -en la que participan gobiernos y sus agencias, así como las empresas-, nos confronta ante nuevas realidades en materia civil y militar, que exigen asumir una postura firme, responsable, visionaria, sostenible y de largo alcance en materia de regulación internacional espacial. A la luz del desarrollo actual de la ciencia y la tecnología espacial, es necesaria y urgente la renovación y actualización del marco jurídico del espacio ultraterrestre a nivel multilateral, con el concurso de la comunidad internacional que preserve el interés general de todos los países -sin importar su nivel de desarrollo ni su capacidad espacial-. No podemos ni debemos permitir que únicamente las potencias espaciales sean las que impongan sus intereses y reglas para la concesión de licencias, los reglamentos y los marcos jurídicos, que son los componentes esenciales de las actividades espaciales. Sólo la acción concertada de toda la comunidad internacional -en las Naciones Unidas-, es capaz de garantizar que las actividades espaciales se lleven a cabo de forma pacífica, segura, responsable, sostenible, conforme a las leyes y normativas internacionales. A medida que se incrementa el número de países y empresas privadas que participan en las actividades espaciales, es importante contar con un régimen jurídico sólido y actual, que pueda adaptarse a la rápida evolución de las tecnologías disruptivas y las actividades espaciales.

A  grandes rasgos, los principales desafíos que enfrenta el derecho del espacio ultraterrestre están relacionados con las potenciales actividades derivadas de los avances científico-tecnológicos, cuya consecuencia lógica es la creciente comercialización de las actividades espaciales, tales como el turismo y la minería espacial, los asentamientos humanos en la Luna y Marte, el uso de determinadas zonas del espacio -la economía cislunar como un segmento de la economía espacial-, que son especialmente importantes para las comunicaciones por satélite, la necesidad de un sistema global de tráfico espacial que incluya un régimen jurídico para la basura espacial, la progresiva militarización del espacio. Entre los más apremiantes, destacan los siguientes. 

Con el aumento de las actividades comerciales espaciales, como el turismo y la minería espacial, es necesario desarrollar normas que regulen estas actividades, abordando de manera efectiva cuestiones como los derechos de propiedad, la responsabilidad internacional y la propiedad intelectual.

La creciente cantidad de desechos espaciales en la órbita alrededor de la Tierra, es motivo de gran preocupación para la comunidad científica internacional. Se requieren desarrollar normas y directrices eficaces para prevenir la proliferación de basura espacial, así como para gestionar y mitigar la existente, que se incrementa día tras día, con el constante emplazamiento de satélites de las mega constelaciones (e.g. Starlink, Planet, entre otras que se encuentran en progreso) y, tras la conclusión de la vida útil de algunos artefactos, sin energía de reserva para retirarlos de la órbita baja y enviarlos a las orbitas cementerio, donde pasarán al menos unos cien años antes de representar un problema para el planeta.

Las actividades militares de las spacefaring nations en el espacio, incluido el despliegue de armas, suponen una amenaza latente para la seguridad y la estabilidad internacionales. Es urgente y necesario elucidar y reforzar el marco jurídico existente, que regula el uso del espacio ultraterrestre con fines pacíficos. Los actuales enfrentamientos en la Tierra (invasión rusa a Ucrania) y en ciernes (invasión china a Taiwán), nos obligan a revisar esta situación que podría escalar un conflicto armado al espacio, con muy lamentables consecuencias para la humanidad y el planeta.

Es necesario desarrollar un marco de gobernanza del espacio exterior más amplio para el espacio exterior, que considere los intereses de todos los países y las múltiples partes interesadas (multi Stakeholders). Este marco debe incluir medidas que fomenten la confianza, la transparencia, la cooperación y garanticen el uso pacífico del espacio ultraterrestre. Las iniciativas actuales, en el seno de la COPUOS, apenas están iniciando y tomará al menos de cinco a diez años para rendir frutos importantes, por ello es necesario que países con vocación pacifista -como México- intensifiquen su labor diplomática en el ámbito espacial y ejerza liderazgo en la región a favor de estas iniciativas urgentes, imprescindibles e impostergables. 

Los desafíos actuales del Derecho espacial internacional trazan la urgente necesidad de renovar y adaptar los marcos jurídicos existentes, que evidencian la naturaleza cambiante de la exploración espacial, basada en la velocidad del desarrollo científico-tecnológico y su reflejo inmediato en las actividades comerciales. Para enfrentar estos retos, ya lo establecimos, es urgente y necesaria la cooperación gubernamental y el desarrollo de nuevos mecanismos jurídicos, que garanticen el uso responsable y sostenible del espacio ultraterrestre. En suma, es urgente la cooperación internacional entre los Estados -a nivel multilateral-, para regular y ordenar la exploración y eventual explotación de los recursos del espacio ultraterrestre.

“Los  artículos firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no reflejar  el  criterio  de  A21”

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