¿Qué cambios fisiológicos tiene el cuerpo humano y cómo se adapta a estos durante las actividades actividades aeroespaciales? ¿Cuál es la fisiología de la adaptación al espacio?
Durante el vuelo espacial, se produce un desplazamiento de los fluidos orgánicos en sentido cefálico debido a la ausencia de gravedad, lo que causa una sobrecarga cardiaca y un incremento de la presión intravascular. Al mismo tiempo, y por mecanismos complejos, se reduce el volumen total de agua corporal, con la consiguiente hipovolemia. Ésta se inicia cuando el astronauta adopta la posición de despegue, con piernas elevadas. Una vez ingresado el vehículo en órbita, la redistribución de líquidos concluye y se mantiene a lo largo de la estancia en el espacio. Esto produce unaalcalosis transitoria, así como un aumento de secreción de adrenalina y mineralocorticoides, e incremento en las respuestas simpáticas.
Esta respuesta adaptativa permite explicar, en cierta medida, los efectos de la cinetosis espacial, la alteración de los patrones del sueño o la fatiga subaguda que aparece transcurridos seis meses de estancia en el espacio.
Los vuelos espaciales pueden causar variaciones hematológicas, inmunológicas y bioquímicas, modificaciones del sistema osteomuscular, alteraciones en las respuestas sensoriales (que suelen afectar a la visión, al equilibrio postural y al sueño a su vez influido fundamentalmente por la cinecitosis, el ruido y la excitación) y repercusión en el sistema neurovestibular. En este último caso, la ausencia de gravedad puede influir de manera que genere los síntomas de cinecitosis espacial. Afecta a entre un 40-50% de los tripulantes y la incidencia sería aún mayor sin la administración de medicación específica.
Hay ciertas diferencias con la cinetosis terrestre aunque la actividad fuera del vehículo espacial no genera nuevos síntomas. Al parecer, existe una predisposición individual e incluso, en cada individuo, acontecen modificaciones de la susceptibilidad durante su vida astronáutica.
Los síntomas aparecen después de producirse el ingreso en órbita y se agravan con los cambios de posición de la cabeza y con los movimientos del cuerpo. En general suelen desaparecer en el transcurso de dos a cuatro días. En ocasiones los síntomas se pueden mantener por algún tiempo en la fase de post vuelo, es el caso de los tripulantes del Skylab quienes tardaron una media de 10 días en recuperar la estabilidad postural.
Facebook comments