¿Cómo llegan las maletas al aeropuerto correcto?

Al facturar, el equipaje emprende su propio viaje hacia su destino final. Aunque es posible que el usuario tenga cierta preocupación por saber si sus maletas llegarán al mismo aeropuerto; la logística de la gestión de equipajes se convirtió en una máquina bien engrasada que se ha ido perfeccionando a lo largo de décadas, afirmó Artemis Aerospace quien explica las etapas cuidadosamente sincronizadas que aseguran que el viajero se reúna con sus pertenencias de forma segura en el otro extremo.

Una vez que su maleta entra en el sistema de manipulación totalmente automatizado, pasa por la máquina de control de seguridad de equipajes, que es aproximadamente el doble de grande que el escáner de equipaje de mano, y un engranaje vital en el proceso de mantener a salvo a todo el mundo a bordo.

Los agentes de seguridad calculan la densidad de los objetos escaneados en su búsqueda de contrabando y, aunque estas máquinas no pueden averiguar específicamente qué es cada artículo, detectan objetos metálicos y no metálicos, así como la mayoría de los materiales orgánicos, incluidos los alimentos.

El escáner identificará un paquete sospechoso con una luz roja, mientras que una luz blanca indica que es necesaria una inspección más a fondo. Su maleta, por supuesto, pasa por la luz verde y sigue su camino.

El equipaje se etiqueta, normalmente con un código de barras, y se clasifica en función de si ha llegado pronto al vuelo, a tiempo o, en algunas circunstancias, si acaba de perderlo. Los sistemas de almacenamiento anticipado del equipaje (EBS) permiten facturar las maletas de los pasajeros mucho antes del vuelo; algunos también permiten a los usuarios rastrear la identidad y la ubicación de cualquier maleta en todo momento. Esto elimina en gran medida la posibilidad de que se pierda el equipaje y también puede permitir una retirada precisa del proceso en caso necesario.

Aunque la sofisticación de los sistemas de tratamiento de equipajes varía considerablemente de un aeropuerto a otro, pueden detectar y gestionar cualquier bloqueo en el sistema, regular el flujo de maletas en función de la demanda e incluso alinear y girar las maletas si es necesario para garantizar un paso fluido.

Una vez que su equipaje está listo para ser cargado, se transporta a los Puntos de Reposición (MUP) asignados, donde se reúne el equipaje antes de llevarlo al avión. El traslado a la aeronave se realiza mediante carga manual, también conocida como carga a granel, o mediante carga en contenedores.

La carga a granel consiste en trasladar el equipaje mediante una cinta transportadora desde un carro portaequipajes hasta la bodega del avión y, a continuación, almacenarlo manualmente. Las bodegas disponen de estanterías y redes para asegurar la carga, que también debe distribuirse uniformemente para garantizar el equilibrio seguro del avión.

Hasta hace relativamente poco, la carga manual era la única forma de realizar esta parte del proceso. Sin embargo, los avances tecnológicos, como los cargadores robotizados y los vehículos de remolque para el transporte de equipaje, están allanando el camino para otros dispositivos automáticos de manipulación.

La carga en contenedores se utiliza sobre todo en aviones de fuselaje ancho y consiste en introducir el equipaje en contenedores denominados dispositivos unitarios de carga (Unit Load Devices, ULD). Los contenedores son de distintos tamaños y se fijan en la bodega para garantizar la sujeción de la carga y la protección de la aeronave. Suelen ser transferibles entre distintos tipos de aeronaves, lo que acelera los tiempos de entrega en los aeropuertos principales. Algunos se construyen con fines específicos, como la resistencia al fuego o el control de la temperatura; incluso existe un ULD para el transporte seguro de ganado. Un cargador equipado con rodillos automatizados los traslada de la plataforma a la bodega.

Cuando llega a su destino, todo el proceso se invierte: la maleta se saca de la bodega, se transporta a un carro portaequipajes o a un cargador de carga y se remolca hasta el edificio del aeropuerto. Si tiene que seguir viaje, su maleta será transportada al siguiente avión lo antes posible. Si ha llegado a su destino, se descargará en la cinta de recogida de equipajes, donde podrá recogerla partir hacia sus vacaciones o reunión.