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25/11/2024

AIFA: sinónimo de inviabilidad aeroportuaria

Redacción A21 / Lunes, 1 Agosto 2022 - 01:00
POR ANTONIO R. PINEDA

A pesar de la gran infraestructura aeroportuaria de considerable inversión, el Aeropuerto “Internacional” Felipe Ángeles (AIFA) ha quedado muy lejos en su premisa de ser un “aeropuerto de primer mundo” ya que, después de su considerable proyección y a casi medio año de su inauguración, éste no sólo se caracteriza por carecer de capacidad operacional en su pretendida desaturación del AICM, para el que supuestamente quedó diseñado, sino que ni siquiera como aeropuerto alterno es viable, dado que carece de certificación internacional por no contar con factibilidad técnica operacional en diferentes rubros aeronáuticos, por no mencionar su baja factibilidad financiera. Por lo anterior, es inminente su descalificación del ámbito de las operaciones civiles, por increíble que parezca.

Números alarmantemente rojos

En materia económica, por cada mes de operación, el AIFA pierde 22 millones 500 mil pesos  en promedio, de acuerdo a la información obtenida por El Financiero en datos brindados por la Sedena y el AIFA, solicitados a través de la ley de Transparencia, cuyos ingresos promedio mensual son de tan solo 310 mil pesos, es decir, cuesta al erario federal 75 veces más de lo que genera su operación mensual. Ante ello, el Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (INIJA), cuestiona su permanencia en el corto plazo, toda vez que requiere recursos de los contribuyentes para la operación de un aeropuerto cuya sustentabilidad es precaria, dadas sus escasas doce operaciones comerciales promedio al día, vuelos semi vacíos y que únicamente pueden ser domésticos (por la degradación a categoría dos de la aviación nacional).

Para el INIJA y las aerolíneas que ahí operan (a todas luces bajo coacción), el AIFA es inviable en el mediano plazo, y solo tendrá vida operativa mientras se tenga la falsa percepción de que puede ser una alternativa para la desaturación del AICM, pues no contribuye a la consolidación integral del Sistema Metropolitano Aeroportuario de la actual administración.

La inviabilidad en el espacio aéreo

Por si fuera poco lo mencionado con anterioridad, la real situación lapidaria para el AIFA, además de su falta de conectividad, es la creación de un espacio aéreo instrumental inferior propio, toda vez que el entonces subsecretario de Comunicaciones, Carlos Morán Moguel, quien con absoluto desconocimiento e incompetencia implementó de manera prácticamente unilateral al interior de esa subsecretaría, las actuales trayectorias cuya inviabilidad resultan de alta peligrosidad, alterando las ya comprobadas trayectorias de vuelo del AICM, todo ello en aras de adosar a éstas los procedimientos de llegadas y salidas  de vuelo por instrumentos (IFR) del AIFA, provocando situaciones riesgosas como las “casi colisiones” en vuelo que se han dado a conocer en redes sociales.

Un evento dejó de manifiesto que no es viable como aeropuerto alterno:

Un vuelo de Aeroméxico, procedente de Guadalajara, cuyo plan de vuelo contemplaba el AIFA como aeropuerto alterno, no pudo aterrizar porque se detectó hundimiento por desprendimiento de la carpeta asfáltica en la pista 05R/23L del AICM. En el vuelo venía el presidente de la república, por lo que fue desviado al aeropuerto de Querétaro en vez del AIFA, esto por el riesgo que representaba que un vuelo con la figura presidencial a bordo, volara en contraflujo de las llegadas instrumentales del AICM rumbo al AIFA mediante riesgosos vectores en un procedimiento instrumental sin radar de precisión, incluso adosado a un ILS (Sistema de Aterrizaje por Instrumentos) no certificado. Por ello, se optó por perfilar la operación de llegada con desfogue instrumental al aeropuerto de Querétaro, cuya infraestructura cuenta con su propio espacio aéreo terminal y su respectiva certificación.

Maniobra en repercusión

El haber recurrido a un aeropuerto que -aunque a dos horas de camino por tierra de la CDMX- comprendía una operación segura para resolver la situación, y no hacia a un crítico aeropuerto a tan solo 39 kilómetros del destino final, es el resultado de una decisión de seguridad operativa integral del personal aeronáutico, lo que contrasta con la política de denotado personaje de abordo de auspiciar una inviable terminal aérea que, ni como aeropuerto alterno, se pudo utilizar. Queda claro que la inseguridad operacional la endosa a los demás con esa política aérea, donde se empecina hasta la casi-colisión, a la invasión de pista a toda turbosina…

arpineda65@gmail.com

 

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