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19/04/2024

Operaciones entre AICM y Lucía se verán condicionadas

Redacción A21 / Lunes, 29 Marzo 2021 - 23:35

Cuando existan eventos aleatorios de los que no se tiene control como las condiciones meteorológicas y la orografía, y se recupere la demanda de tráfico aéreo comercial, la seguridad se verá comprometida; por tanto, los controladores se verán obligados a cerrar las operaciones del aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) o las de Santa Lucía (AIFA), puesto que la operación simultánea a máxima capacidad entre ambas terminales es imposible.

Así lo determinó un estudio realizado por la firma Fly Data Consulting  SA de CV. “Al encontrarse tan cerca uno del otro, existirían riesgos a la hora de efectuar despegues y aterrizajes tanto para los vuelos que salen de Santa Lucía y llegan al AICM, como a los que salen del AICM y llegan a Santa Lucía", explicó un portavoz de la consultora, quien formó parte del equipo de expertos a cargo del estudio.

Y cuando se lleven a cabo más de mil operaciones diarias, los controladores de tráfico aéreo tendrán que condicionarlas según los flujos de llegada. “Si hay 10 aviones para el AICM y tres para el AIFA, éstos últimos los van a mandar a un patrón de espera en algún sitio, y una vez que se libere el tráfico en la capital, cerrarán las operaciones para permitir las de Santa Lucía y meter el tráfico en espera. Los operadores se verán obligados a decidir cuál de los dos aeropuertos van a operar”, explicó María Larriva, la primera controlador aéreo en México.

El director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), Victor Hernández Sandoval, declaró en una entrevista radiofónica que el aeropuerto de Santa Lucía no fue considerado en esta reconfiguración del espacio aéreo, ya que el origen del proyecto inició en 2016, dos años antes de la cancelación de Texcoco.

Posteriormente, en diciembre de 2018, con el inicio de las obras para la construcción del Felipe Ángeles, se realizaron modificaciones tomando en cuenta los “nuevos elementos”.

La eficiencia en la capacidad de operaciones aéreas no se resolverá con la reconfiguración actual, y será inútil una vez que Santa Lucía se inaugure. “Puede funcionar todo lo que hagan mientras no haya un solo avión en Santa Lucía”,  señaló Larriva.

La ventana de separación vertical de las aeronaves para realizar descensos al AICM comprende entre 12 y 16 mil pies, las operaciones simultáneas obligarían a intercalar o interactuar con los descensos realizados en Santa Lucía.

El espacio estratégico para el manejo del tráfico aéreo en el Valle de México es el norte porque el resto tiene mucha orografía. Debido a esto, el norte es donde ocurre la saturación aérea para organizar el tráfico de llegada y de salida para el AICM, explicó María Larriva.

La geografía es inalterable: al sur, al este y al oeste de la Ciudad de México tienes cadenas montañosas que dificultan las operaciones aéreas del Valle de México. Por eso, desde hace tantas décadas, la mayor parte de los aviones comerciales llegan a la capital sobrevolando el área de San Mateo en el Estado de México. La reconfiguración del espacio aéreo está cambiando y la aproximación al AICM resulta más larga y por tanto se verán afectadas mayor cantidad de colonias por el ruido, señaló Larriva.

Seneam prevé mantener los flujos de llegada al Valle de México tanto por el noreste, como por el sureste, suroeste y noroeste, mientras que los flujos de salida serán por el norte, este, sur y oeste, de acuerdo con un video publicado por este organismo.

Otro especialista que solicitó el anonimato explicó que uno de los factores que se consideraban en el proyecto del aeropuerto de Texcoco era eliminar el sobrevuelo de aviones por encima de la Ciudad para mitigar riesgos y la contaminación acústica percibida en la capital, pero el ruido no fue tomado en cuenta antes de introducir los cambios al espacio aéreo.

Por su parte, Larriva puntualizó que las nuevas operaciones han ocasionado que habitantes de diversas colonias sobre las cuales ahora sobrevuelan los aviones, denuncien la contaminación acústica percibida en sus domicilios desde el jueves pasado.

Diversos ciudadanos afectados han iniciado una campaña en línea exigiendo a las autoridades replantear las rutas tomando en cuenta a los habitantes. El grupo argumenta que el ruido provocado por el paso de los aviones “afecta la tranquilidad, disminuye la plusvalía de las propiedades y afecta la fauna de las reservas naturales del poniente”, además de que provocaría problemas de salud y ecológicos.

Asimismo, a través de redes sociales personas mostraron su descontento con el rediseño del espacio aéreo en la capital, asegurando que el ruido generado por los motores de las aeronaves rompe con la tranquilidad y les impide conciliar el sueño.

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