El próximo 17 de abril, el Aeropuerto Internacional de Changi en Singapur inaugurará su nueva terminal, conocida como Jewel, la cual cuenta con un gran número de atracciones y pretende funcionar como un destino en sí misma que atraiga a una mayor cantidad de viajeros.
Bajo una estética de selva tropical, el aeródromo tiene una estructura con más de 134 mil metros cuadrados, distribuido en diez pisos (cinco bajo tierra); cuenta con jardines, casi 300 tiendas, un hotel y el Rain Vortex, la cascada artificial (ubicada al interior de un edificio) más alta del mundo, con más de 40 metros de altura.
“Encontramos un centro recreativo diseñado con un bello concepto de jardín, el cual complementa perfectamente al aeropuerto existente y ejemplifica nuestra visión como una ciudad-jardín. Además, su construcción ha creado oportunidades de trabajo para nuestros habitantes” señaló Sitoh Yih Pin, presidente de la Comisión Parlamentaria del Gobierno para el Transporte.
Este nuevo complejo, que tuvo un costo de 1.25 mil millones de dólares, conectará con tres de las cuatro terminales del aeropuerto Changi. Además, los pasajeros de 26 aerolíneas –incluidas Singapore Airlines, Silk Air y Scoot– tendrán acceso a una sala de registro.
Diseñado por el arquitecto Moshe Safdie, Jewel tiene una forma rosca. En él, se instaló un jardín de cinco pisos, en el cual hay 2 mil 500 árboles, 100 mil arbustos, senderos para caminar y un hotel, YotelAir, con 130 habitaciones.
En la parte superior al hotel, estará el Canopy Park, área que abarca 14 mil metros cuadrados (cerca de 11 piscinas olímpicas), y en la que se encuentra un puente suspendido de 50 metros de largo con un piso de vidrio, juegos, jardines, senderos y restaurantes. Éste estará abierto al público en general a mediados de año.
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