El temor en los mercados asociados al sector de la aviación comenzó a partir de la consulta nacional sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), que se organizó sin mecanismos legales que dieran certidumbre al resultado, consideraron especialistas consultados por A21.
Del mismo modo, la representatividad de este ejercicio fue puesta en entredicho por los analistas, pues sólo se involucró a poco más del 1% del padrón electoral. Como resultado, la decisión de cancelar Texcoco y optar por construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía “recayó” en unos 700 mil ciudadanos.
Así, ante la resolución anunciada el pasado lunes por el futuro Gobierno de cancelar el proyecto en Texcoco, los principales consorcios aeroportuarios nacionales registraron dos días seguidos de pérdidas en la Bolsa Mexicana de Valores.
Al cierre de la cotización de ayer martes, los títulos de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), Grupo Aeroportuario Centro-Norte (OMA) y Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR) sufrieron nuevas pérdidas de 6.28%, 3.89% y 1.76%, respectivamente.
Según los expertos, este desplome se asoció con el anuncio emitido por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, mismo que derrumbó la confianza a largo plazo que los inversionistas de estas compañías tenían en el NAICM, que se proyectaba para convertirse en un hub regional, con un alto grado de conectividad para el resto de los aeropuertos del país.
En julio pasado, un análisis del banco de inversión UBS ya advertía que la cancelación de la megaobra en Texcoco afectaría particularmente a OMA, pues un 41% de los pasajeros que atiende provienen de rutas que parten y van hacia la Ciudad de México.
Por todo lo anterior, el mensaje enviado a los inversionistas es de poca confianza para que apuesten por otros proyectos de la administración entrante. Tal sería el caso del Tren Maya o la construcción de refinerías, cuya realización podría estar supeditada al resultado de nuevas consultas ciudadanas.
“Cuando no hay certeza sobre lo que va a pasar, los inversionistas retiran el dinero del mercado accionario, que es lo más riesgoso que hay. Lo sacan y lo colocan en activos más seguros –como los bonos del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos– o, lo que sería más negativo, se van a otros mercados en los que se sientan más confiados”, explicó Adriana Urrea, periodista especializada en mercados bursátiles.
Tan sólo el lunes, y tras el anuncio de la cancelación del NAICM, OMA, GAP y ASUR tuvieron caídas de 6.92, 4.75 y 2.21%, en ese orden.
Cabe señalar que las aerolíneas también tomaron un golpe bursátil importante. Volaris, por ejemplo, experimentó un segundo retroceso consecutivo de 3.04% en sus acciones, con un precio promedio ponderado de 12.42 pesos por título este martes, desde los 12.81 pesos por unidad del cierre del lunes.
Finalmente, Aeroméxico tuvo una ligera recuperación de 1.72% en el valor de sus títulos entre lunes y martes.
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