Son los encargados de guiar a buen destino las vidas de casi siete mil millones de viajeros al año. Trabajan junto con los pilotos para lograr aterrizar una aeronave –tan pequeña como una avioneta o tan grande como un Airbus A380– en la pista de cualquier aeropuerto alrededor del mundo. Son los controladores aéreos, y de continuar la tasa de crecimiento de la industria aeronáutica, pronto no habrá suficientes para manejar el tráfico en los cielos.
Tan sólo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hay un déficit de 120 controladores aéreos, y una vez que esté construido el nuevo aeropuerto, se necesitarán 100 más, indicó Víctor Antonio Cervantes Muñoz del Colegio de Controladores del Tránsito Aéreo de México (COCTAM).
Pero la escasez de controladores aéreos no sólo se da en México. “Para 2030, el mundo necesitará otros 40 mil controladores de tráfico aéreo para manejar esos vuelos, según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)”, indicó el medio Hosteltur.
Por lo tanto, para atacar este problema, algunos aeropuertos están probando torres de control remotas que se asemejarían “al sueño de un empedernido jugador de video: una pared de televisores de pantalla grande y unos cuantos ordenadores”.
Estas torres remotas de las empresas Saab AB y Thales SA “permiten a los controladores sentarse a miles de kilómetros de los aeropuertos y monitorear las operaciones a través de cámaras de alta definición y sensores”, indicó la página Bloomberg en su sitio web.
Ambas empresas –Saab tiene sede en Estocolmo y Thales en París– están experimentando con soluciones como ésta, que permitirán a un controlador gestionar de forma remota varios aeropuertos, gracias a la utilización de torres cargadas con cámaras y sensores que cubren 360 grados y tienen vista a las pistas de aterrizaje.
Esta tecnología es lo suficientemente sensible para penetrar la neblina e incluso detectar animales en las pistas. Para las compañías esta nueva tecnología es más barata que contratar nuevos empleados para llenar las futuras vacantes.
Existe un enorme interés por esta tecnología, ya que solucionaría la manera de operar un aeropuerto que “de otro modo podría ser demasiado caro para mantener abierto, o también mitigar el impacto del flujo de tráfico alrededor de los aeropuertos a medida que se expanden” dijo el director de Asia y Oceanía de Saab, Dan-Aake Enstedt a la agencia estadounidense de noticias.
Los controladores aéreos remotos pueden ser la solución para el problema a nivel mundial que, de no atenderse, crecería a tal ritmo que para 2030, Asia –por ejemplo– tendría un déficit de mil controladores por año.
Las pruebas ya empezaron
El primer sistema remoto de control aéreo instalado en el mundo está en Suecia, en el aeropuerto de Ornskoldvik, y el monitoreo de este aeródromo se realiza a cien kilómetros de distancia al suroeste, desde el aeropuerto de Sundsvall-Timra.
Otra torre remota de la empresa Saab se encuentra en medio del desierto de Australia: en Alice Springs. La torre de control de este aeropuerto –al que llegan aviones de carga de aerolíneas como Qantas y Emirates– está a 1500 kilómetros de distancia, en la ciudad de Adelaida.
Por ahora estas tecnologías no sustituirán el trabajo cualificado de los controladores aéreos en los aeropuertos principales, sino que permitirán asistir a distancia a los aviones que aterricen en aeródromos de baja densidad de tráfico.
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