El Aeropuerto de Bruselas fue evacuado por las autoridades tras dos explosiones registradas, lo que la Fiscalía de Bruselas atribuye a un “atentado suicida”. Este evento ha causado al menos 11 muertos al interior de la terminal aérea y 35 heridos.
Las autoridades de ese país han sido cautas y no han proporcionado una cifra oficial de víctimas, pero sí confirmaron que en la terminal hubo un doble atentado suicida, mientras medios internacionales manejan la cifra de hasta 23 fallecidos.
Estos sucesos activaron el plan de emergencia, las operaciones del aeropuerto han sido suspendidas y se ha cortado el tráfico ferroviario que llegaba hasta el aeródromo.
Poco después se resgistró una explosión en la estación de metro de Maelbeek, en el barrio europeo, en el centro de Bruselas, cerca de las sedes de las instituciones europeas.
Algunos testigos han referido que el ruido parecía provenir de los mostradores del chek-in de American Airlines, mientras que otros han señalado que se habría producido en el área de llegadas y salidas de la terminal.
El atentado se produjo cuatro días después de la detención en Molenbeek, Bruselas, de Salah Abdeslam, presunto cerebro del aparato logístico de los atentados del 13-N en París, y quien “quería inmolarse” en el Estadio de Francia pero “dio marcha atrás”, según declaraciones del fiscal de París, François Molin.
El primer ministro, Charles Michel, ha marcado como prioridad la asistencia a las víctimas y ha apuntado, además, la adopción de medidas de seguridad “adicionales”.
“En este momento negro para nuestro país, quiero pedir calma y solidaridad. Enfrentamos una prueba difícil, debemos hacer frente a esta prueba estando unidos”.
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