
Mediante drones y radares la Secretaría de Marina le hace frente a actividades ilegales, tanto en la costa como al interior del territorio mexicano, tarea que es apoyada por sistemas de mando, de enlace y hasta una fábrica para la manufactura de radios.
Parte de esta red de vigilancia recae en drones del Sistema de Patrullaje Autónomo de Reconocimiento Táctico Aéreo de la Armada de México (SPARTAAM) desarrollados por ingenieros nacionales.
“Los drones son utilizados para vigilancia, más que nada. En la sierra pueden ser utilizados para ir a buscar plantíos o pistas clandestinas. Tiene una cámara de visión nocturna para vigilar si en el mar hay alguna embarcación sospechosa que esté haciendo entregas ilegales”, comentó César López Rasgado, teniente de navío, ingeniero en cómputo y parte de la unidad de investigación y desarrollo tecnológico de la Armada de México.
Dentro de los modelos de drones que tiene la Marina hay de despegue y aterrizaje vertical, apoyados por cuatro hélices, y otro de elevación horizontal que necesita de una pista. Estas aeronaves tienen al menos cinco años de servicio en la institución.
La Armada también cuenta con el Radar Institucional de Navegación para Unidades de Superficie y Vigilancia Marítima Costera (RINUS), el cual es utilizado en la costa y puede localizar embarcaciones pequeñas.
“Este radar lo utilizamos para vigilar playas o para buscar barquitos. Puede detectar barcos de unos 5 a 10 metros a unas 8 millas náuticas (14 kilómetros) y para embarcaciones de 100 metros de eslora o más, los alcanza a unas 30 millas náuticas (55 kilómetros)”, agregó López Rasgado.
En caso de alguna detección, la alerta es enviada al Sistema de Mando y Control (SICCAM), el cual está instalado en un cuartel, desde ahí se envía la localización al Sistema de Enlace de Datos (SEDAM) montado en aviones y/o barcos para que revisen la zona.
“El SICCAM está instalado en un mando de tierra, por lo tanto tiene conexión a la red, revisan dónde se encontró el objeto y checan lo que hay, ya sea un barco pequeño pesquero, un barco que transporta mercancía, uno de transporte, etc.
“ El propósito del SEDAM es de seguimiento, por lo tanto pone un objeto a una distancia en cierta dirección para que la unidad vaya a averiguar qué pasa con ese objeto”, explicó el teniente de navío.
Adicional a estos dos sistemas, la Armada también cuenta con uno de navegación electrónica que tiene todos los sensores de un barco como GPS, radar y giroscopio para apoyar al capitán a darle rumbo a la embarcación, evitar choques y que no encalle.
Dentro de su sistema de vigilancia, la Marina también presume la Fábrica Vírgula, ubicada en Antón Lizardo, Veracruz, y donde ingenieros mexicanos producen los radios portátiles y semiportátiles “Tzunun” que se usan en las operaciones navales.
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