En 2024, la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) logró interceptar 6,678 armas de fuego en los controles de seguridad de los aeropuertos del país, evitando su acceso a zonas restringidas y su ingreso a los aviones.
De estas armas, aproximadamente el 94% estaban cargadas. Aunque el número total de armas detectadas fue menor al de 2023, cuando se interceptaron 6,737, la TSA continuó con su campaña de concienciación “Preparar, empaquetar, declarar” para instruir sobre el transporte seguro de armas durante los vuelos.
David Pekoske, administrador de la TSA, destacó la gravedad de la situación al afirmar que una sola arma en un puesto de control es un riesgo inaceptable.
“Las armas de fuego no sólo amenazan la seguridad de nuestro personal y los pasajeros, sino que también generan costos y demoras significativas. Recordamos a quienes viajan con armas que deben estar descargadas, colocadas en un estuche rígido, declaradas en el mostrador de la aerolínea y transportadas en el equipaje facturado”, afirmó Pekoske.
Durante 2024, la TSA supervisó a más de 904 millones de pasajeros, lo que resultó en una tasa de detección de 7.4 armas de fuego por cada millón de personas.
Este número representa una ligera disminución en comparación con las 7.8 armas por millón de pasajeros detectadas en 2023, reflejando un pequeño avance en la seguridad aeroportuaria.
El promedio diario de detección en 2024 fue de 18.2 armas, de las cuales la mayoría estaban cargadas. En comparación, en 2023, con 858 millones de pasajeros inspeccionados, se encontraron en promedio 18.4 armas al día, con una tasa de carga del 93%.
Cuando un arma de fuego es detectada en un puesto de control, un oficial de seguridad se comunica de inmediato con las autoridades locales, quienes se encargan de retirar al individuo y el arma. Dependiendo de las leyes locales, el portador puede ser arrestado o recibir una citación.
Además, la TSA impone multas de hasta 14,950 dólares, suspende la participación en el programa TSA PreCheck por un mínimo de cinco años y realiza inspecciones adicionales para garantizar la seguridad de todos.
