Las entregas de aeronaves han disminuido drásticamente desde el pico de 1,813 aviones en 2018. Se estima que en 2024 se entregarán 1,254 aviones, un 30% menos de lo previsto a principios de año, afirmó la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Para 2025, pronosticó un aumento a 1,802 entregas, aunque este número fue revisado a la baja desde 2,293, y se anticipan nuevos recortes.
El retraso en pedidos pendientes, es decir en la cantidad acumulada de órdenes sin cumplir, ha alcanzado los 17,000 aviones este año, un récord histórico para la industria.
Al tomar en cuenta las tasas actuales de entrega, tomaría 14 años completar el atraso, el doble del promedio de seis años registrado entre 2013 y 2019. Sin embargo, se espera que el tiempo de espera disminuya a medida que aumenten las tasas de entrega.
El envejecimiento de la flota global debido a las demoras en las entregas ha llevado la edad promedio de las aeronaves a un récord de 14.8 años, frente al promedio de 13.6 años entre 1990 y 2024.
Una flota más antigua implica mayores costos de mantenimiento y un mayor consumo de combustible. Como resultado, los problemas en la cadena de suministro han contribuido al estancamiento de las mejoras en eficiencia de combustible.
En 2024, la eficiencia de combustible (medida en litros por Tonelada-Kilómetro Disponible, ATK) apenas cambió, disminuyendo un 0.1% interanual. Esto marca un alejamiento notable de la tendencia histórica (1990-2019) de mejoras anuales en la eficiencia de combustible del 1.5-2.0%.
Si las mejoras en eficiencia hubieran continuado al 1.5% en 2024, el consumo de combustible habría sido 1,400 millones de galones menor y las emisiones de CO2 se habrían reducido en 13.6 millones de toneladas.
El aumento en la demanda de aeronaves usadas ha sido otra consecuencia de los problemas en la cadena de suministro, lo que ha elevado las tarifas de arrendamiento de aviones de fuselaje estrecho en un 20-30% en comparación con 2019.
Este incremento, junto con las tasas de interés más altas, ha afectado los costos de financiamiento y los márgenes de las aerolíneas. Sumado a la contracción de los ingresos por boletos, estos factores limitaron las ganancias netas de la industria en 2024 a 31,500 millones de dólares, una caída del 10% en comparación con 2023.
El organismo internacional estimó que, si los precios de arrendamiento, las tasas de interés y los costos unitarios de mantenimiento se hubieran mantenido sin cambios respecto a 2023, y si la eficiencia de combustible hubiera continuado mejorando, las ganancias netas de 2024 habrían sido 7,500 millones de dólares más altas. En ese escenario, la caída respecto a 2023 se habría eliminado, manteniendo el margen neto estable año contra año.
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