Boeing presentó sus resultados financieros del tercer trimestre de 2024, durante el cual registró ingresos por 17.8 mil millones de dólares (mdd), junto con una pérdida conforme a los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (GAAP) de 9.97 dólares por acción y una pérdida ajustada de 10.44 dólares por acción.
La empresa indicó que estos resultados reflejan principalmente los impactos de la huelga de trabajadores y los cargos previamente anunciados en sus programas comerciales y de defensa. Además, Boeing reportó un flujo de caja operativo de -1,300 mdd y un flujo de caja libre de -2,000 mdd (no conforme a GAAP).
La cartera de pedidos total de la compañía al final del trimestre alcanzó los 511 mil mdd.
En la división de Aviones Comerciales, Boeing reportó ingresos por 7,400 mdd en el tercer trimestre y un margen operativo negativo del 54.0%, debido a los cargos previamente anunciados de 3,000 mdd antes de impuestos en los programas 777X y 767, la huelga de la IAM y mayores gastos en investigación y desarrollo.
El programa 787 actualmente está produciendo cuatro unidades al mes y mantiene los planes de aumentar a cinco unidades mensuales para fin de año. Durante el trimestre, la división de Aviones Comerciales registró 49 pedidos netos y entregó 116 aviones, con una cartera de más de 5,400 aeronaves valorada en 428 mil mdd.
En la división de Defensa, Espacio y Seguridad, Boeing reportó ingresos de 5,500 mdd en el tercer trimestre, con un margen operativo negativo del 43.1%, reflejando los cargos previamente anunciados de 2,000 mdd antes de impuestos en los programas T-7A, KC-46A Tanker, Commercial Crew y MQ-25. Los resultados también reflejan un rendimiento desfavorable en otros programas.
Durante el trimestre, esta división entregó el primer MH-139A de producción a la Fuerza Aérea de EU y concluyó un contrato para dos E-7A Wedgetails con dicha fuerza aérea. La cartera de pedidos en Defensa, Espacio y Seguridad fue de 62 mil mdd, de los cuales el 28% proviene de clientes fuera de Estados Unidos.
Kelly Ortberg, presidente y director ejecutivo de Boeing, explicó que la compañía enfrenta tres grandes problemas: la erosión de la confianza en la empresa, una carga excesiva de deuda y graves fallos en el rendimiento general, “lo que ha decepcionado a muchos de nuestros clientes”.
Como parte de sus primeros objetivos para recuperar la compañía, Ortberg señaló que se enfocarán en restablecer la cultura corporativa, mejorar la ejecución de los programas, estabilizar el negocio y construir un futuro sólido para Boeing.
“Un aspecto clave del plan de Boeing es reducir costos y mejorar la gestión de riesgos, especialmente en contratos problemáticos dentro de la división de defensa. La compañía ha reconocido que la ejecución disciplinada es esencial para mantener su posición competitiva y proteger su calificación crediticia, mientras navega en un entorno económico complejo”, agregó.
A pesar de los desafíos, Ortberg afirmó que Boeing confía en su capacidad para satisfacer la demanda global de aeronaves y que su inversión en innovación tecnológica le permitirá salir adelante.
“Las perspectivas de crecimiento a largo plazo incluyen el desarrollo de un nuevo avión comercial, aunque Ortberg enfatizó que primero deben sanear el balance financiero y mejorar las operaciones”, puntualizó.
Con el objetivo de redirigir la trayectoria de Boeing, la dirección también ha iniciado una reducción de la fuerza laboral y la consolidación de áreas ineficientes. “La compañía está ajustando su enfoque para ser más ágil y centrarse en sus competencias clave, mientras prepara el terreno para una futura expansión de productos y servicios”, afirmó.
“El trimestre representa un punto de inflexión para Boeing, que planea implementar mejoras continuas en su modelo operativo. La junta directiva y el equipo ejecutivo están trabajando en una reorganización para asegurar una mejor integración entre sus diferentes divisiones y clientes en todo el mundo”, concluyó Ortberg.
