El fabricante asegura que ha realizado pruebas de estrés a sus modelos para garantizar que no haya ningún problema
El fabricante estadounidense de aviones Boeing salió a la defensa de su modelo 787 Dreamliner y del 777 después de que un denunciante afirmara que la longevidad y la seguridad del avión se han puesto en riesgo durante el ensamblaje.
De acuerdo con medios de comunicación estadounidenses, el pasado 16 de abril de 2024, Boeing reunió a periodistas en sus instalaciones de Carolina del Sur, donde se ensambla el 787 Dreamliner, para presentar pruebas que refutan las afirmaciones del denunciante Sam Salehpour, quien aseguró que los paneles no cuadraban teniendo que jalar con fuerza para ensamblarse.
Durante una charla de dos horas en las instalaciones, dos ingenieros ejecutivos de Boeing mostraron cómo se instalan y aseguran los paneles del fuselaje de los 787 y 777.
Una de las pruebas de estrés del 787 Dreamliner incluyó probar el avión durante 165,000 ciclos, cada ciclo equivalente a un vuelo.
Steve Chisholm, ingeniero jefe de ingeniería mecánica y estructural de Boeing, dijo a los periodistas que el 787 promedio acumula alrededor de 600 vuelos al año.
“Hicimos 165,000 ciclos. No hubo hallazgos de fatiga en los compuestos”, dijo Chrisholm durante la conferencia de prensa.
En tanto, Salehpour testificará el 17 de abril de 2024 ante el subcomité de investigaciones del Comité de Asuntos Gubernamentales y Seguridad Nacional del Senado y discutirá su evidencia.
La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que está investigando las acusaciones de Salehpour y afirmó que "investiga a fondo todos los informes de seguridad".
La denuncia
La semana pasada, Salehpour afirmó que el problema se centraba en pequeños huecos situados en las uniones de las secciones del fuselaje del 787, que llegaron a Boeing de diferentes fabricantes, por lo que se había utilizado fuerza excesiva para juntar las secciones del fuselaje antes de medir los espacios, para hacer que pareciera que los espacios no existían.
“En repetidas ocasiones preparé informes para mis supervisores y directivos basados en los propios datos de Boeing que demostraban que las brechas en el 787 no se estaban midiendo adecuadamente”, dijo.
Debido a errores de medición, a veces se insertaban calzas (piezas de material utilizadas para rellenar pequeños huecos), añadió.
Salehpour también afirmó que, en un esfuerzo por acelerar la producción del 787, fue testigo de una tensión excesiva en las principales juntas de los aviones y restos de perforación incrustados entre las juntas clave en más de 1,000 aviones.
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