Pablo Chávez y Diego Aguilar
Aeroméxico y Delta han hecho esfuerzos significativos por demostrar que su alianza comercial ha mejorado significativamente la conectividad aérea entre México y Estados Unidos, ya que su asociación derivó en un incremento de 20% en el número de asientos disponibles, pese a los estragos de la pandemia y el descenso a Categoría 2 de la FAA.
Y a pesar de que la autoridad mexicana no ha emitido algún posicionamiento respecto a la postura del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés), trascendió que la autoridad nacional considera esta medida sin fundamentos.
A nivel interno de la dependencia que encabeza Jorge Nuño Lara, se menciona que las decisiones que tomó el Gobierno mexicano están encaminadas a la seguridad y bienestar de los pasajeros y no a frenar el ingreso de los competidores estadounidenses al mercado aéreo mexicano, que sería la justificación para recibir una sanción de este tipo.
Como se recordará, el 26 de enero de 2024 pasado, el DOT emitió una decisión preliminar, donde resolvió terminar, con efectos a partir del 26 de octubre de este año, el Acuerdo de Cooperación Conjunta celebrado entre Delta y Aeroméxico.
Los argumentos que esgrimió fueron la decisión de la autoridad aérea mexicana de obligar a la migración de las operaciones cargueras del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), la mayoría de las cuales se mudaron al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), así como la falta de claridad sobre la limitación de operaciones por hora en la terminal aérea capitalina que alcanza un 30% de reducción.
Ante esta resolución, las dos aerolíneas han recibido apoyo por parte de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la de Comercio de México y la propia CANAERO, entre otras.
Hasta la fecha, lo que se ha conseguido, fue que el DOT les diera un plazo de dos semanas más para que las compañías aéreas presentarán más posturas a favor de continuar con la alianza comercial.
El gobierno mexicano, sin embargo, tiene sus argumentos para defender la postura, pues se esgrime que la mudanza de operaciones exclusivamente de carga del AICM al AIFA se dio por motivo técnicos operacionales, pues el mantenerlas aquí significa un reto por la edad del AICM y la mezcla de tráficos comercial-carguero, además del ruido nocturno y de que las nuevas instalaciones tienen todo para albergar las operaciones de una forma más eficaz.
Respecto a la limitación de slots, parece existir la idea de que efectivamente habrá na remodelación de la terminal capitalina y que ello permitirá en el futuro volver a ampliar la capacidad en pista. Todas estas medidas se adoptaron sin que existiera discriminación a ninguna nacionalidad o aerolínea específica y apegados a las normas de regulación de slots de la propia IATA, se dice al interior de la SICT. Estos argumentos podrían ser presentados al DOT en caso de que existiera una mesa de diálogo.
Y por otro lado, desde el punto de vista de las autoridades mexicanas, es un error castigar a las empresas privadas (en este caso Aeroméxico y Delta y posteriormente Viva y Allegiant) por decisiones que toman dependencias de gobierno.
Cancelación de rutas, perjudicial
No obstante, Aeroméxico y Delta han señalado que la cancelación de algunas de las rutas entre Estados Unidos y México pondría en riesgo la conectividad, las oportunidades de negocio y el bienestar del consumidor.
“Menos conexiones directas entre las ciudades mexicanas y estadounidenses tendrían un impacto negativo en el desarrollo regional de México”, advirtieron las aerolíneas.
Además, explicaron que el mercado entre ambas naciones actualmente está equilibrado entre cuatro competidores principales, en los que se encuentra Delta y Aeroméxico. Añadieron que la cancelación de la Inmunidad Antimonopolio (ATI, por sus siglas en inglés) crearía un “gran desequilibrio” a favor de otros transportistas destacados en el mercado
La ATI proporciona a las partes el incentivo y la capacidad de trabajar juntas para maximizar el valor combinado de su red general entre ambos países, en beneficio de los consumidores tanto en términos de precio como de calidad de servicio”, puntualizaron.
Desde que se conoció la postura del DOT, tanto Delta como Aeroméxico han argumentado la razón por la cual deben mantener su alianza comercial.
Aeroméxico y Delta destacaron que su asociación derivó en un incremento de 20% en el número de asientos disponibles, pese a los estragos generados por la pandemia de Covid-19 y el descenso a Categoría 2 del mercado aéreo nacional.
De acuerdo con un documento de ambas aerolíneas, la mayoría de estos asientos fueron añadidos en mercados que anteriormente no tenían servicio directo, esto provocó que mejorara la conectividad, las oportunidades comerciales y la experiencia del cliente.
“También ha permitido que la asociación entre ambas aerolíneas ofrezca una mayor frecuencia de servicio a varios destinos de Estados Unidos y México, así como un número significativamente mayor de opciones de conexión con tiempos de espera más eficientes entre conexiones”, informaron las compañías.
Las compañías señalaron que su trabajo conjunto brinda el incentivo y la capacidad de trabajar juntas para maximizar el valor combinado de su red general entre Estados Unidos y México, en beneficio de los consumidores en términos de precio y calidad del servicio.
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