Qantas Airways suspendió indefinidamente su plan “Proyecto Sunrise”, el cual pretendía realizar los vuelos directos más largos del mundo, debido a que “no es el momento” dado el impacto de la pandemia COVID-19 en los viajes mundiales.
El proyecto pretendía unir las ciudades de Sídney y Melbourne, a ciudades como Londres y Nueva York, a bordo de A350 modificados. Sin embargo la emergencia sanitaria cambió los planes del transportista.
“Muy claramente, la Qantas de 2021 y 2022 no será la misma de la de 2019. Estamos viendo el alcance, la escala de nuestros negocios en el futuro”, dijo Alan Joyce, presidente del transportista.
La ruta formaría parte de su horario habitual para 2023, no obstante Qantas, al igual que todas las aerolíneas, se encuentran en una fase de recuperación y no estará en posición para adquirir un gran número de aviones ni el gasto capital que implicaría esta operación.
Actualmente el operador australiano mantiene servicios domésticos de forma reducida y un vuelo internacional a centros críticos. El gobierno aprueba este vuelo.
Joyce declaró que el proyecto todavía estará presente pero como “una oportunidad a largo plazo”.
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