Por Ricardo Capilla Vilchis
La demanda global de servicios de Mantenimiento, Reparación y Operaciones, mejor conocida como MRO, se reducirá en más de 26 mil millones de dólares, es decir, una contracción del 30% derivada de la disminución de las flotas y la baja en el uso de los aviones provocada por la pandemia sanitaria mundial del COVID -19, de acuerdo con un análisis realizado por Oliver Wyman, firma estadounidense de consultoría de gestión global.
La consultora señala que los talleres deberán concentrar sus esfuerzos en la gestión de proveedores, priorizar sus propias cadenas de suministro de tal manera que establezcan costos fijos y prepararse para encarar un largo periodo de reparación, con el fin de recuperar el valor perdido.
Las aerolíneas de todo el mundo han reducido sus flotas y las aeronaves que siguen activas no vuelan con la misma frecuencia que lo hacían antes de la crisis, por lo que los talleres MRO realizarán muchos menos servicios, viéndose más afectadas aquellas regiones en donde el virus se ha propagado más rápidamente y, en consecuencia, han sufrido mayores afectaciones sociales y económicas, según el documento.
Si bien es complicado predecir el impacto que tendrá la crisis en los servicios de MRO por la naturaleza de la evolución de la enfermedad en el mundo, la consultora prevé que América del Norte y Europa Occidental sean las regiones más afectadas por esta situación.
Dependiendo del desarrollo de la emergencia sanitaria y de la crisis económica, los servicios MRO en América del Norte y Europa Occidental podrían registrar un impacto de entre ocho y 17 mil millones de dólares; China, el epicentro de la pandemia, entre uno y tres mil millones; la región de Asia-Pacífico entre tres y siete mil millones, mientras que el resto del mundo corre el riesgo de dejar de percibir entre cuatro y ocho mil millones, estimó Oliver Wyman.
¿Y los operadores?
La crisis ha obligado a las aerolíneas a dirigir sus actividades de tal manera que se preserve su efectivo, como por ejemplo, recurrir en menor medida a servicios MRO, identificando qué trabajos es posible realizar de manera interna y, de ser necesario, canibalizar sus unidades en tierra durante meses o años, creando un efecto dominó en toda la industria, explicaron.
Los operadores están seleccionando aquellos aviones que permanecerán estacionados de acuerdo con su estado de mantenimiento y es muy probable que aplacen los servicios de mantenimiento no esenciales, como por ejemplo la reconfiguración de cabinas o la actualización de componentes.
“La recuperación llevará años, aquellos que reaccionen rápidamente para conservar el efectivo y administren sus estructuras de costos estarán en una mejor posición para capitalizar oportunidades nuevas y emergentes una vez que empiecen a materializarse”, señaló la consultora.
Más de la mitad de la flota mundial de aviones está en tierra, y una vez que mejore el panorama de la aviación internacional, la experiencia de otras crisis ocurridas en el pasado sugiere que muchas aeronaves regresarán al servicio, mientras que otras, típicamente las unidades más viejas, serán retiradas para eficientar las operaciones de las líneas aéreas, finalizaron los analistas.
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