Los pedidos de aviones registrados por Airbus y Boeing descendieron 17 por ciento durante los primeros siete meses del año, lo cual es una muestra de una desaceleración en la industria aeronáutica.
La caída es significativa en el caso de Airbus, que muestra un descenso de pedidos del 30 por ciento, con respecto al 2015.
Tanto Boeing como Airbus señalan que esta situación se debe al preocupante ambiente económico global y a la reducción de los precios del combustible.
Esta desaceleración plantea algunas cuestiones como si ambos constructores aeronáuticos mantendrán sus planes para aumentar la producción a finales de la década, señaló Reuters.
Ambas compañías enfrentan una serie de aplazamientos de pedidos en las últimas semanas, como por ejemplo el de la compañía indonesia Lion Air, que estudia postergar un encargo de 25 aviones a Airbus.
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